La SEGUNDA enfermedad psicoemocional que bloquea la experiencia de la consciencia: “QUERER TENER”.
Querer tener es querer seguridad, es no querer confiar, es negarse a la espontaneidad. Querer tener es querer acumular para que haya reservas que garantices la seguridad. Querer tener de todo es protegernos ante el desastre de no tener nada que sea seguro y permanente.
Cualquier ser vivo no tiene más que su propia vida, y así lo tiene todo, pero no tiene nada acumulado, no tiene respaldo más que su propia inteligencia y la vida que le posee; tiene apertura a todo, espontaneidad y una gran atención; no necesita una gran cuenta bancaria, ni jubilación, ni seguridad social.
UN SER VIVO QUE AFRONTA LA INSEGURIDAD CON EL PODER DE LA VIDA MISMA, SE MUEVE NATURALMENTE ASUMIENDO CADA MOMENTO COMO ÚNICO, NUEVO, DIFERENTE.
La vida es inseguridad en estado puro, es fresca y sorpresiva porque no existe lo seguro. Por ello QUERER TENER es un mecanismo macabro del inconsciente que quiere perpetuar la intranquilidad y la inseguridad. QUERER TENER alivia la inseguridad pero anula la creatividad.
NUNCA SE PUEDE TENER NADA PORQUE TODO ES INSEGURO. INCLUSO LA VIDA. EN CUALQUIER MOMENTO SE NOS ARREBATA LO QUE HEMOS CUIDADO TODA LA VIDA. TENER ES UN ILUSIÓN, PRODUCE UNA SENSACIÓN DE RESPALDO, PERO EN EL FONDO PRODUCE MIEDO A PERDER LO QUE SE TIENE.
La consciencia se despierta cuando quien cree que tiene se da cuenta que todo es prestado, y que todo hay que devolverlo, que nada es de nadie, que no existen los títulos de propiedad.
La inseguridad es LIBERTAD en estado puro e inocente. QUERER TENER es una gran adicción, es una de las esclavitudes humanas porque produce una seguridad que no existe. La inseguridad es realidad existencial.
El problema no está en creer que tener produce seguridad, sino en creer que se puede tener algo. La consciencia sabe que no tiene nada y a su vez lo tiene todo, porque ante cada momento en que la existencia mueve algo de su lugar está quitando y está dando al mismo tiempo, está prestando y está recuperando, está pidiendo y está devolviendo. Ante eso surge una actitud energética inherente a todo ser vivo que le prepara para afrontar los cambios con un gesto de gratitud.
Todo lo que creemos tener, disfrutémoslo como parte del juego de la ilusión, pero no pretendamos que nos de seguridad, porque esta NO EXISTE.