Pero ¿Y si pudiera tomar plástico descompuesto y convertirlo en comida? Anna Roth, de Modern Farmer, informa sobre un diseñador austriaco que está haciendo precisamente eso con la ayuda de un hongo que come plástico.
¿De qué trata?
El secreto está en un hongo raro llamado Pestalotiopsis microspora. La diseñadora Katharina Unger, que anteriormente había hecho cosas como convertir huevos voladores en alimentos amigables para los humanos.
Aprovechó el poder de los hongos que comen plástico en colaboración con científicos de la Universidad de Utrecht y Julia Kaisinger del estudio de diseño LIVIN, informa Roth.
El resultado se llama Fungi Mutarium, una combinación sorprendente de creatividad, ciencia y diseño. El proyecto prototipo utiliza vainas de agar similares a las setas (una gelatina a base de algas marinas) como base llena de nutrientes para el hongo.
Las vainas se llenan de plástico y hongos y se cubren con una “esfera de crecimiento”. Con el tiempo, el hongo engulle el plástico junto con el azúcar y los almidones contenidos en el soporte de agar.
¿Qué más se dice?
La taza hinchada, parecida a una seta, que se puede rellenar con otros alimentos o puede comerse entera. Unger le dice a Dezeen que el resultado final puede variar en sabor dependiendo de la cepa del hongo, pero que se ha descrito como dulce o similar al regaliz.
De principio a fin, todo el proceso lleva varios meses. El concepto de comer hongos que ha engullido un montón de basura es tan desafiante como intrigante.