En la mayoría de los aspectos de la vida, los seres humanos solemos dividirnos en dos bandos. Están los que prefieren comer dulce y los que gustan de lo salado. Los que hacen más foco por la mañana y los que se concentran más por la noche y están también los que prefieren bañarse ni bien se levantan o aquellos que lo hacen antes de acostarse. Sobre esto último, a menudo, se presenta un debate: ¿es más conveniente asearse AM, o es más beneficioso hacerlo por la noche?
La realidad es que hay pros y contras para ambos momentos del día. Sin embargo, la mayoría de los expertos coincide en que asearse por la noche tendría más beneficios, sobre todo, porque nos permitiría limpiarnos y quitarnos de encima la sudoración y/o alérgenos acumulados durante el día que, incluso, pueden irritar la piel.
Asimismo, asearse por la noche sería beneficioso sobre todo en primavera, estación en la cual estamos en contacto directo con alérgenos como el polen.
“El objetivo de tomar un baño es eliminar el sudor, las bacterias y los contaminantes de la piel. Al hacerlo, se previenen las infecciones de la piel, la irritación y el acné”, aclara en Self, Gary Goldenberg, M.D., profesor clínico asistente de dermatología en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York.
Por su lado, Penny Anderson, investigadora científica en formulación y desarrollo de tecnología de la firma Artistry Cosmetics, explica a Yahoo que es fundamental seguir un régimen de limpieza de la piel tras darse un baño nocturno.
“Al aplicar tu régimen de cuidado de la piel directamente después de bañarte por la noche, ayudas al cutis a renovar las células frescas más rápido (lo que hace que tengas una piel más suave), mejora la penetración de la humedad y las defensas antioxidantes de la piel contra los agresores ambientales”, sostiene.
Es decir, al bañarse por la noche y luego, limpiar e hidratar el rostro, se refuerzan y maximizan los beneficios de los productos que utilizas en tu rutina de limpieza .
Baño y a la cama
Otro beneficio de bañarse por la noche reside en un mejor descanso. Joyce Walsleben, PhD, profesora asociada de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, recomienda en Health, darse un baño de agua tibia dos horas antes de acostarse. Lo ideal, según la experta, es permanecer en el agua durante 20 o 30 minutos.
El objetivo es elevar la temperatura corporal uno o dos grados para que la caída pronunciada de la temperatura que ocurre típicamente a la noche, te relaje y te provoque sueño.
Y un buen descanso tiene como consecuencia una piel más saludable. “Dormir lo suficiente es beneficioso para maximizar los procesos celulares reparadores y metabólicos de la piel. Los estudios científicos han demostrado que una protección debilitada de la barrera cutánea con la privación del sueño. Además, las células dentro de la piel que ayudan a mantener la firmeza, el rebote y la elasticidad pueden volverse menos efectivas con un estrés psicológico y la falta de sueño”, aclara Penny Anderson.
Ya ves, bañarte por la noche tiene muchos beneficios. Así que deja la pereza de lado y antes de acostarte, sumérgete en un baño relajante (eso sí, luego de ducharte no olvides limpiar tu piel).