LOS HOMBRES QUE NO TE SIRVEN COMO PAREJA



Tres tipos de hombres que nunca deberían ser tu pareja

Ni los hombres, ni las mujeres somos perfectos. Estamos lejos de serlo. Todos estamos llenos de defectos y pasamos por momentos en los que realmente somos complicados de aguantar hasta para las personas que más nos quieren. Sin embargo, hay rasgos de la personalidad que pueden resultar altamente contraproducentes para las relaciones afectivas que van más allá de una serie de momentos puntuales.
El problema viene dado por dos realidades: nunca terminamos de conocer del todo a una persona y las personas cambian. Un hombre puede resultar absolutamente encantador en un comienzo, pero quizás luego tengas que preguntarte a dónde ha ido ese príncipe azul. O al contrario: alguien puede parecerte completamente aburrido y, con el tiempo, encuentras en él un encanto escondido.

“Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única”
–Jorge Luis Borges–

Lo que sí es cierto es que algunas personas tienen una manera de relacionarse con su afectividad y con la del resto muy desadaptativa. Quizás no pueden amar, o no toleran ser amados, o están atrapados dentro de su propio infierno de culpa, resentimiento o temor. En esos casos, salvo que obres un milagro la relación terminará fracasando. Así, a continuación te presentamos a tres tipos de hombres que es mejor que mantengas alejados de ti.
Los hombres que van de un extremo al otro

Son ese tipo de hombres que pasan de la mayor ternura a la máxima agresividad, en muchas ocasiones sin que haya hechos que ameriten este cambio. Nunca te explicas realmente qué pasó. Simplemente, un día se muere de amor por ti y te llena de halagos y caricias, pero al día siguiente te rechaza de una manera ácida y, a veces, cruel.
Suelen ser impulsivos. Sin darte cuenta cómo, empiezas a experimentar una profunda ambigüedad frente a ellos. Te derrites cuando están en su faceta amorosa. No puedes imaginar a un hombre más afectuoso y dedicado que él. Sientes que lo adoras y que es el gran amor con el que has soñado. Después, cuando despierta esa especie de monstruo que lleva dentro, experimentas todo lo contrario: rechazo y hasta odio por su inestabilidad o miedo porque te resulta impredecible.
Este tipo de hombres son agotadores emocionalmente. Tienen un profundo conflicto consigo mismos, que no han superado. Son bastante egocéntricos y por eso no tienen en cuenta los efectos que causan en ti. Lo cierto es que no están listos para tener una relación afectiva contigo, ni con nadie.
Los hombres que tienen por costumbre mentir

Hay muchas formas de mentir. La más obvia es hablar acerca de hechos o situaciones que jamás han ocurrido. Pero vivir en función de aparentar, prometer y no cumplir, acomodarse a circunstancias con las que no se está de acuerdo, también son manera de incurrir en la falsedad.
Al mentiroso generalmente se delata, no por la forma que te miente a ti, sino por cómo lo hace con los demás. Si lo hace con otros, ¿por qué no iba a hacerlo contigo? Muchas veces esas mentiras no son fáciles de detectar, porque hay hombres que son verdaderos profesionales de la simulación. De ahí que sea tan importante que nos fijemos en cómo se comporta con los demás.
Alguien que miente constantemente va a hacer imposible que crezca la confianza en la relación. Pronto te verás a ti misma haciendo pesquisas exhaustivas para atraparlo. O husmeando en sus cosas para ver si te engaña. Con los hombres compulsivamente mentirosos es imposible construir una relación que valga la pena.
Los hombres que te hacen sentir inhibida

Son esa clase de hombres con los que sientes como si todo el tiempo estuvieras pisando cáscaras de huevo. Suelen ser muy críticos con lo que haces, o dices, e incluso con la forma en la que vistes. Este rasgo es propio de quienes tienen mucho éxito o dinero y buscan simplemente una compañía que se comporte tan y como ellos quieren.
Problemas de pareja

Lo cierto es que siempre te sientes evaluada y, generalmente, descalificada. Piensas cada cosa veinte veces antes de decírsela. Mides muy bien la forma en que te comportas cuando él está contigo y permaneces en una actitud tensa, que no te deja ser espontánea. De pronto, te vuelves una persona muy silenciosa cuando estás en su presencia; o hablas, pero siempre estás atenta a la expresión que tenga frente a tus palabras.
En los casos más extremos, estos hombres controladores y narcisistas, también terminan siendo violentos. Creen que el mundo y todas las personas, especialmente su pareja, deben comportarse como a él se le ocurre que deben hacerlo. Lo suyo es la intimidación, bien sea con sutiles juegos psicológicos o con coacciones físicas directas. Con esta clase de hombres jamás podrás ser feliz.
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