Los pediatras ya han advertido sobre la radiación de los Smartphone, por fin, y es que el paraíso que tienen los padres al darles el teléfono a sus hijos, parece que no es del todo saludable.
De acuerdo con una encuesta realizada por el Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos durante un período de dos años realizado en ratas, encontraron que sufrieron daños en el ADN de las células cerebrales.
Además, tienen una alta probabilidad de desarrollar tumores cerebrales y tumores malignos de las células de Schwan en el corazón.
Pero en los niños, el daño puede ser mucho peor mil veces más. Para el toxicólogo, el Dr. Ronald L. Melnich, del Instituto Nacional de Salud, los riesgos para ellos son más altos debido a que tienen una mayor absorción de la radiación de los teléfonos móviles y el aumento de la susceptibilidad a agentes que dañan los tejidos.
Sin embargo, esto no es todo. Un estudio del antiguo Egipto mostró que estar cerca del dispositivo aumenta las posibilidades de desarrollar dolores de cabeza, problemas de memoria, mareos, depresión e insomnio.
Estos efectos suelen aparecer en un corto período de tiempo, pero se sabe que hay muchos otros daños que se pueden causar cuando se utiliza durante un largo periodo estos dispositivos.
El caso es aún más grave para los niños, ya que están todavía en desarrollo. Lo peor de todo es que la Comisión Federal de Comunicaciones ha establecido un límite de radiación para cada teléfono.
¿El problema? Esto ocurrió en 1996 y no se ha actualizado desde entonces. Por no hablar de lo que se ha creado sobre la base de los adultos mayores de 20 años y no en los niños.
Por lo tanto, el límite es incapaz de considerar el efecto de la radiación sobre los niños y ya que su cráneo es mucho más delgado, absorbe mucho más rápido que un adulto.
Los pediatras han comenzado a advertir a todos los padres para que eviten que traten con los teléfonos móviles como posibles juguetes, y que no olviden que son armas letales para cualquier niño.
Hoy en día, los médicos luchan por que un nuevo límite se establezca, aunque esto puede conducir a una “guerra” contra las empresas de comunicaciones. Comparte el artículo con tus amigos y familiares