Sucedió el año pasado. Un radiotelescopio ruso, situado en Zelenchukskaya, detectó "una fuerte señal" que provenía del entorno de la estrella HD164595, situada a 95 años luz de la Tierra.
El grupo internacional de astrónomos que ahora examina la estrella explica que se recibió una señal en una longitud de onda de 2,7 centímetros. Fue atípica, sobre el papel un estruendo. Y ante un evento de ese tipo, ya sabemos lo que pasa: no han tardado en aflorar las especulaciones sobre si esa señal podría ser un signo de... ¿vida extraterrestre?

La constelación de Hércules, lugar en el que se encuentra la estrella HD164595
La curiosidad ha llegado también a la comunidad científica. "Nadie está defendiendo que esto sea el trabajo de una civilización extraterrestre, pero es algo que ciertamente merece la pena ser estudiado con mayor profundidad", comentó Paul Gilster, autor de la web Centauri Dreams, a The Telegrah.
La rareza de la señal hizo que pasara a ser una "fuerte candidata del SETI Institute", organización encargada de buscar inteligencia extraterrestre.
¿Acaso alguna forma de vida lejana había subido los decibelios?

Registro de la señal de HD164595
"La señal de HD164595 es intrigante porque proviene de una estrella similar al Sol. Si se ha generado artificialmente, su fuerza es lo suficientemente potente y sugeriría que podría haber sido generada por una civilización más avanzada que la nuestra", comenta el director del SETI, Douglas A. Vakoch, a la CNN.
En concreto, sería una civilización de tipo II según la escala que elaboró el astrofísico soviético Kardashev para medir el grado de evolución tecnológica de una civilización. Para hacernos una idea, la humana es del tipo I porque ha conseguido dominar los recursos de su propio planeta. La del tipo II llega a hacerse con el dominio de los recursos de su sistema planetario.

Aquí aumentan las paranoias porque con esas capacidades podrían construir megaestructuras del tipo esfera de Dyson para aprovechar la energía lumínica y térmica.
Vale, ¿empezamos a correr ya?
No, todavía no.
Para empezar porque, desilusione o alegre, no se ha vuelto a repetir ni a registrar otra señal.
Para continuar porque, como señala otro científico del SETI, es "difícil de entender por qué alguien querría apuntar a nuestro sistema solar con una señal tan fuerte. [Más cuando] ese sistema solar está tan alejado que no han podido recoger ninguna señal de nuestro televisores o radares que les dirían que estamos aquí".
Como manifiesta Vakoch, "por supuesto que es posible que sea una señal que venga de extraterrestres", pero sin una confirmación "solo se puede decir que es interesante".
Los astrónomos dejan abiertas todas las puertas cuando se detectan señales atípicas, extrañas, seductoras. Los misterios atraen y no se descarta ninguna posibilidad.
La pregunta sigue siendo la de siempre: ¿existirá la vida alienígena inteligente más allá de las tramas de ficción?