Un joven estudiante universitario que prefiere no revelar su identidad, vio un signo que ofrecía un “cachorro gratis” cerca de su casa en Tuscon, Arizona. Cuando vio su ojos ambarinos y sus orejas alzadas, fue amor a primera vista— sabía que ese sería SU perro.Pero SU perro resultó ser un pequeño demonio.

Neo era nerviosísimo, hacía sus necesidades en cualquier parte, quería la compañía de su amo TODO el tiempo y SÓLO la de su amo. Aunque al joven le alegraba estar con Neo, estudiaba y trabajaba, y dejaba a su perro sólo en su (admitidamente grande) patio casi todo el día.

“De acuerdo a su dueño, Neo cavaba debajo o directamente saltaba la cerca para jugar con los perros vecinos. Trató de construir una cerca más alta para contenerle, pero Neo uso sus dientes para hacer una apertura y continuó escapándose”.
-Cate Salansky de Wolf Connection a Dodo.-
Lo que nuestro joven anónimo no se dio cuenta es que su perro no era exactamente un perro, sino una mezcla más bien cargada hacia lobo llamada “lobo-perro” o “lobo híbrido”. Neo parecía físicamente un lobo – ojos ámbar, pelaje duro y un cuerpo largo y delgado – pero también tenía las características psicológicas: Escaparse desesperadamente a jugar con los perros vecinos no era un acto de rebeldía cachorra— era la necesidad de Neo por encontrar una manada.

Los vecinos pasaron rápidamente de recibir las visitas de Neo con simpatía a tratar de regresarlo a su casa y eventualmente, estamos hablando de meses y meses después, lo llevaron a una Sociedad de Protección Animal. Desde donde ellos lo veían, el perro siempre estaba solo, los humanos le ponían muy nervioso y se escapaba de su casa todo el tiempo: No las mejores señales.

“Una mañana, antes de que nuestro campus se abriera al público, estaba afuera con otro miembro del personal. Vi una pareja acercarse con un canino de piernas largas hasta la puerta. No fue su cuerpo lo que me llamó la atención, sino su actitud. Neo trataba de evitar la interacción humana todo lo que podía. La pareja que lo traía se veía, por describirlo de una forma, perpleja. Me acerqué y les dije, ‘Saben que esto no es un perro, ¿verdad?’ y ellos contestaron, ‘eso mismo nos preguntabamos’”.
-Maureen O’Nell, entonces CEO de la Sociedad Humanitaria de Arizona del Sur.-
O’Nell lo reconoció de inmediato como un lobo híbrido. En la mayor parte de Estados Unidos, a menos que seas un Nativo Americano o tengas un permiso especial, no puedes tener uno. Si el refugio lo aceptaba, tendría la responsabilidad legal de reportar al joven dueño a las autoridades.
