Los 3 fantasmas japoneses más curiosos
1. La Geisha esqueleto
Es el mito llamado “Botan Doro” y forma parte de una colección de Kabuki llamado “Cuentos de la linterna”. Cuenta la leyenda que un joven samurai vio a una bella geisha una noche y se enamoró de ella. Un día le confesó su amor y ella le prometió amor eterno. Todas las noches la bella geisha iba a casa del samurai a pasar la noche con él.. Una noche un amigo del samurai lo visitó y vio como copulaba con un esqueleto…
Aterrorizado ante tal imagen, pidió ayuda a un monje el cual colocó un sello protectoren la casa del samurai que impedía que el fantasma entrara. Así es que cuando llegó la noche el amuleto impidió que el fantasma entrara pero la mujer llamó al samurai con su dulce voz… y él la dejó entrar.
Al día siguiente el cadáver del samurai estaba en un sepulcro abrazado a un esqueleto.
2. Hoichi, el hombre sin orejas
Esta leyenda se encuentra en un cuento del británico, nacionalizado en Japón, “Lafcadio Hearn”. También se llevó al cine con el nombre de “Kwaidan”.
Hoichi era un joven monje que con su arpa relataba todas las noches las batallasentre dos clanes de samurais… Una noche se le presentó el fantasma de un samurai y le propuso que contara su bonita historia en el reino de los muertos ante su señor…
Hoichi accede y cada noche viaja al más allá para contar la historia. Pero cuando el maestro del monasterio se entera se preocupa enormemente y le dice a Hoichi que los fantasmas quieren apoderarse de su cuerpo, así que tiene que protegerse de ellos de la siguiente manera: Los monjes le pintan un mantra por todo el cuerpo que le hará invisible frente a los fantasmas. Pero a la mañana siguiente…
Los monjes encuentran a Hoichi desangrado… y es que ¡Habían olvidado pintarle las orejas con el mantra y el fantasma se las cortó para llevárselas a su señor!
3. Onibaba, la máscara del demonio
Es una historia de la Edad Media japonesa que fue llevada al cine por Kaneto Shindo en 1964. 2 mujeres asesinaban y robaban a todos los que pasaban por su casa. Un buen día la más joven se enamoró de una de sus víctimas y se negó a matarlo.
La otra se puso una máscara de diablo para hacerle creer que era un espíritu malignoy que lo matara. La chica aterrorizada lo hizo… Cuando su compañera quiso quitarse lamáscara no pudo, lo intentó a martillazos y cuando descubrió su rostro estabairreconocible, era un auténtico diablo.