Mariah Walton creció luchando cada día. Ahora a sus 20 años, espera un trasplante de corazón y pulmón. Todo esto, en parte debido a un defecto congénito del corazón que podría haber sido arreglado, si sus padres sólo la hubieran llevado a un médico, pero le negaron el acceso a la salud… por su religión.
Ellos pensaban que iba a ser curada mediante la oración.
La joven cree que es hora de que sus padres y las personas como ellos asuman la responsabilidad de poner vidas en peligro.
“Creo que es el momento de procesarlos”.
-Mariah-
Walton está apoyando la legislación en Idaho, Estados Unidos, que obligaría a realizar tratamiento médico para los niños en peligro inminente de morir.
Algunos legisladores de ese lugar han expresado su preocupación por la propuesta, diciendo que viola los derechos de los padres.
“Usted sabe, es un derecho de la Primera Enmienda, la libertad de religión”,
Lee Heider, senador del estado de Idaho-.
Actualmente, la ley protege a los padres de ser procesados si su fe les prohíbe la búsqueda de atención médica. La ley protege a los padres, incluso si el niño muere a causa de una enfermedad tratable.
La madre de Walton dijo a NBC News que ella buscó medicina natural para su hija. También aseguró que no se dio cuenta de lo enferma que estaba Mariah cuando reunía a la familia para orar por ella.
La propuesta aún no tiene programada una audiencia.