Si no lo has notado te invitamos a comprobarlo, trata de hacer consciente que sucede cuando entras a tu cocina y esta se encuentra limpia y despejada; a diferencia de lo que sucede cuando encuentras, sartenes, ollas, platos regados y hasta trozos de comida.
Aunque sorprendente es cierto que los kilos de más pueden venir de donde menos te lo esperas a causa de la ansiedad . Porque aunque resulta obvio que la cocina es una zona de riesgo a nadie se le había ocurrido averiguar hasta ahora si tenerla limpia o sucia, desordenada o en estado impecable, influye en la cantidad y el tipo de comida que ingieres.
Esto es lo que ha descubierto un equipo de científicos en el laboratorio Food and Brand Lab, centro perteneciente a la Universidad Cornell, en Nueva York.
El experimento ha consistido, simplemente, en poner por diez minutos a una cien mujeres en una cocina, donde podían tomar galletas, snacks o zanahorias a discreción. Mientras que la mitad de las voluntarias esperaba en una cocina desastrosa, llena de platos sucios y pedazos de comida, la otra mitad lo hizo en una cocina ordenada y pulcra.
El resultado de este curioso ensayo fue concluyente: las primeras salieron con el doble de galletitas y 65 calorías más que el otro grupo, como lo definen los estudios “Estar en un ambiente caótico y sentir que pierdes el control es malo para las dietas; Parece que este caos incita a la gente a pensar: si todo está descontrolado, ¿por qué no lo voy a estar yo? al parecer esta situación podría ser muy similar en los hombres, esto según los estudiosos del tema.