Los malos hábitos que nunca harían los más ricos
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La mayor parte de los ricos no obtuvo su fortuna de la noche a la mañana, todos comenzaron desde cero. Sin embargo, hubo un punto en el que descubrieron la clave para hacer dinero, y eso, hizo la diferencia frente a los demás.
Los malos hábitos que tenemos en la vida, también llegan a nuestras finanzas personales. Gastar sin control en quincena y vivir en la pobreza los 14 días restantes es uno de los males que aquejan a los mexicanos.
En cambio, los ricos aprendieron a acumular dinero y continuar con este hábito, se puede entender que es el resultado de algunas costumbres adquiridas y de sus filosofías personales.
A continuación, presentamos siete cosas que las personas más ricas del mundo nunca harían.
Jugar a la lotería. La lotería promete que ganaremos más dinero del que jamás podríamos acumular en toda nuestra vida. Sin embargo, las posibilidades de obtener el gran premio son muy bajas. Existen más posibilidades de construir un mejor patrimonio por nuestras propias manos, que dejar todo a la suerte.
Los más ricos del mundo no están interesados en tomar estas oportunidades, ellos prefieren abrir su propio camino y trabajar duro para tener resultados tangibles. Además, la riqueza instantánea no significa nada si no sabemos manejarla.
Esperar mejores resultados. No hay nada malo con tener esperanza, al contrario, es una emoción positiva que nos ayuda a ser más optimistas. Pero los más ricos del mundo saben que esperar no es suficiente. Eso no resuelve problemas. No genera oportunidades. No cambia nada.
Los cambios significativos en nuestras vidas llegan cuando entramos en acción. A partir de los cambios esenciales se hacen las grandes diferencias.
Abandonar sus metas. Tener metas es crucial para el éxito, nos mantienen enfocados y ayudan a priorizar; ir a lo más importante, lo mejor. El 80% de las personas más ricas del mundo realizan y siguen sus metas con regularidad. No basta con tener objetivos, el proceso es lo más importante, no abandonar y seguir el camino sin importar lo que ocurra.
Si tenemos metas muy altas, no habrá oportunidad de alcanzar todo al mismo tiempo. Pero en lugar de darse por vencido cuando no se llega al objetivo, lo mejor que se puede hacer es reimaginar las cosas que buscamos.
Renuncian a superarse personalmente. Las mejoras personales son un paso crucial al momento de acumular riqueza. Las personas tienden a hacer más dinero basados en cuan valiosos son, y en la experiencia acumulada, sus habilidades, pericia y familiaridad con sus respectivas industrias.
Todas esas cualidades pueden mejorar de manera significativa por medio de ejercicios muy simples, la meta es el desafío personal y la construcción de un conjunto de habilidades.
Vivir por encima de sus posibilidades. El mayor error es cuando la gente vive endeudada o se encuentra indispuesta para pagar sus deudas. No se puede tener un estilo de vida que requiere más ingresos de lo que actualmente se recibe. Los más ricos del mundo siguen en donde están, porque viven debajo de sus posibilidades.
Se conforman con menos. En algún punto de su vida, los más ricos decidieron que querían ser millonarios. Se convencieron que querían serlo y comenzaron a ver su vida de diferente manera. No necesariamente son exigentes, los ricos nunca se conforman con menos cuando saben que merecen más. Negocian. Buscan salarios más altos. Buscan mejores oportunidades, un mejor escenario.
Dejan que su dinero se quede quieto. Los más ricos nunca tienen su dinero quieto en sus cuentas de banco. El dinero se pone a trabajar por medio de cualquier inversión – bonos, acciones, fondos, bienes raíces -. Las inversiones dan la posibilidad de generar ingresos, los cuales, si se reinvierten, crean un poderoso sistema de interés.
Si el dinero no se pone a trabajar, lo único que se puede esperar es que la inflación le reste valor.