En 1999, Catherine y Curtis Jones fueron arrestados por haber asesinado a la novia de su padre, Sonya Nicole Speights.
Con 12 y 13 años de edad en ese momento, ambos niños también estaban planeando matar a su padre y a otro hombre que vivía con ellos, dado que, supuestamente, habían sido víctimas de abuso sexual varias veces por ambos hombres.
Catherine fue la primera en tener la idea, escribiendo en su diario “voy a matarlos a todos”. Ella después le dijo a su hermano Curtis, quien convino en ayudarla. Fue entonces que empezaron a formar un plan.
Cuando llego el momento, robaron el arma de su padre y le dispararon a Sonya. El resto de sus objetivos corrieron de la casa a un bosque cercano. Catherine y Curtis alegaron culpabilidad y fueron condenados como adultos por asesinato en primer grado.
Ellos se convirtieron en las personas más jóvenes jamas acusadas por asesinato. Fueron sentenciados a 18 años con libertad condicional de por vida.
Aun así, en tan sólo una semana, serán liberados de prisión.
Catherine ha encontrado amor inesperadamente cuando un hombre que leía un articulo escrito sobre su caso, se contacto con ella. Él se retiro de la Marina para poder ayudarla a adaptarse a la vida fuera de prisión.