CÓMO INFLUYE TU PENSAMIENTO EN TU SALUD (Y 5 FORMAS PARA BENEFICIARTE DE ESTO)


Esta ecuación pensamientos/salud es una potente arma de doble filo; para beneficiarnos de ella debemos atender el ritmo y el aspecto mental.




Uno puede intuir el poder de los pensamientos sobre la salud del cuerpo sin necesidad de avales científicos. Y es que a todos nos han sobrevenido enfermedades o manifestaciones físicas incómodas como reflejo de algún acontecimiento doloroso, de niveles de estrés fuera de control o incluso de nuestro mero pesimismo diario. La ciencia por mucho tiempo se mantuvo alejada de esta asociación somática, pero ahora, gracias a resultados contundentes de estudios psicológicos y neuronales, ha tenido que ahondar en ese tan potente vínculo mente/cuerpo. Así que, si hacía falta un recordatorio “oficial” para cuidar el cauce de nuestro monólogo interno, tenemos esto.



Un estudio, publicado recientemente en Cell, nos dice que el simple hecho de pensar puede acelerar el crecimiento de muchos tumores cerebrales. La conclusión de los estudios mostró cómo la actividad en la corteza cerebral afectó gliomas de alto nivel, los cuales representan el 80% de todos los tumores cerebrales malignos en las personas. En pocas palabras, nuestra actividad mental ejerce poder sobre las células del cuerpo, y una manera de desacelerar la degeneración celular es desacelerar nuestra mente o, en otras palabras, cambiar el ritmo de nuestro monólogo.

Otro estudio encontró que no son solo los alimentos los que llevan a niveles elevados de colesterol. Si tienes una actitud positiva y alegre de la vida, es más que probable que experimentes niveles bajos de colesterol y mejor salud. Inclusive, por ejemplo, podemos experimentar una baja en la energía física y la vitalidad como consecuencia de una cadena de mentiras. Si estas deprimido, ¿es el mundo exterior a ti el que causa tu depresión, o los pensamientos que piensas más consistentemente? Esa es la pregunta, y estudios al respecto hay cada vez más, que nos dicen que hay algo en el ritmo y tono de nuestros pensamientos cotidianos que está íntimamente ligado a nuestra salud general.

Estos resultados, más que nada, nos liberan de la falsa creencia en que nuestros genes nos controlan; nuestra mente es una buena parte de nuestro destino físico. En esta ecuación tenemos para nosotros una potente arma de doble filo. Si nuestras creencias y pensamientos promueven el estado general del cuerpo, el aspecto mental debe ser atendido, antes que nada, y para atenderlo solo habría que atender su ritmo.

Entonces, decidir es preciso. Si en el sentido degenerativo del cuerpo nuestra mente tiene tal agencia, en el sentido inverso, el generativo, también la tiene (transforma la mente y transformaras a la persona). Recordemos el proverbio del Rey David (17:22): “El corazón alegre constituye una buena medicina; mas el espíritu triste seca los huesos”.

Los caminos para aligerar el peso de nuestros pensamientos no son a todas luces evidentes, pero hay algunos ejercicios cotidianos que pueden ayudar a reforzar un sistema inmunológico cerebral a base de sincronización de ritmos y de respiración. Te recomendamos los siguientes:

1. Porque algunas veces simplemente mirar por la ventana, darse un buen baño o salir a caminar pueden cambiar el panorama entero de nuestra vida, estas 3 distracciones para estimular la creatividad.

2. Porque hemos perdido la capacidad de estar solos y de apreciar los placeres sencillos que nos devuelven la inspiración, estos son algunos lugares donde encontrar silencio.

3. Porque vivimos bajo la tiranía del reloj, y necesitamos repensar nuestra relación con el tiempo, estas 3 maneras de cambiar la esencia de nuestra temporalidad.

4. Porque el insomnio engendra monstruos, un sencillo paso para quedarte dormido en pocos minutos.

5. Porque en esta práctica está incluida la calma de todo la anterior, te invitamos a meditar.
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