¡NO MÁS FLÚOR! CUIDA TUS DIENTES CON UNA LIMPIEZA DETOX CON ACEITE

 Se ha demostrado que el flúor mejora la salud bucal, sin embargo, también causa daños a la salud. ¿Por qué no mejor volvemos a lo natural?

El debate entorno al uso de flúor en el agua potable y productos dentales continúa, sin que exista algún acuerdo sobre sus efectos para la salud. Mientras en Inglaterra, los medios dicen que es seguro y necesario, más de 4 mil científicos y profesionales del medio ambiente sostienen que sus aplicaciones son un engaño con graves efectos a la salud — hasta se asegura que afecta la actividad cerebral.


Mientras que científicos, médicos, políticos y todos aquellos expertos se ponen de acuerdo, les tengo una propuesta: ¡regresemos a lo natural! A ese conocimiento antiguo de hombres sabios que viven en equilibrio con el entorno y la naturaleza. Para el cuidado de los dientes, nada mejor que practicar el oil pulling ayurvédico.




Dentro de la rutina diaria de higiene bucal, el ayurveda indica el raspado de la lengua y el oil pulling, que es una especie de enjuague bucal utilizando aceite de sésamo, ghee o aceite de coco — en lo personal, recomiendo comenzar con aceite de coco; tiene mejor sabor.


Esta práctica ofrece grandes beneficios como:


Blanquea los dientes y reduce de manera significativa la caries.

Libera tu boca de toxinas innecesarias, acumuladas en tu organismo.
Descongestiona vías respiratorias; presenta mejorías en casos de sinusitis y asma.
Despeja la mente; por las mañanas, te despierta y activa.
Limpia el rostro y reduce la aparición de acné.
Hacer la limpieza detox con aceite es más sencillo de lo que parece y los beneficios se sienten desde el primer momento. A la larga, los resultados serán más evidentes.

Coloca una cucharada de aceite de coco en tu boca; si está totalmente sólido, el calor lo derretirá.

Manténlo en la boca como un enjuague, sólo que será por más tiempo: unos 20 minutos. Mientras tanto medita, arregla tu cuarto y ya cuando tengas más control, hasta puedes pasear al perro. El objetivo es mantener el aceite en tu boca hasta 20 minutos — al principio resultará difícil, así que empezar con 10 minutos está muy bien. Ten mucho cuidado de no tragarlo; tampoco te agaches por algo, que se puede subir a los senos paranasales (nada agradable, por cierto).
Escupe el aceite en el bote de basura, en un vaso para después llevarlo al jardín o en la composta; nunca, nunca lo tires en el baño, ni en el lavamanos, así evitamos contaminar el agua con el aceite.
Enjuaga la boca con agua con sal de mar y lava los dientes como lo haces regularmente.
Con esta nuevo hábito evitas utilizar flúor que viene adicionado en enjuagues bucales y en pastas dentales. Disfruta de esta práctica y demuestra que podemos llevar una vida de manera responsable y en equilibrio con el medio ambiente. 
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