Sin embargo, algunos individuos creen que las mascotas son animales que pueden ser abandonados en cualquier momento de molestia, ira o aburrimiento.
A veces para complacer a los más pequeños de la casa o para evitar la soledad, las personas deciden adoptar o comprar una mascota. La cual durante los primeros años de vida es un compañero adorable, pero que con el paso del tiempo se convierte en una responsabilidad cada vez mayor.
Y es que así como el paso del tiempo nos afecta a los seres humanos, haciéndonos más vulnerables a determinados malestares o enfermedades. Las mascotas suelen padecer esta misma situación, lo que implica un costo monetario, tiempo y dedicación. Características que no todas las personas están dispuestas a asumir.
La suma de todos estos factores conlleva a que algunas personas decidan abandonar a sus mascotas en la calle cuando estos representan una carga mayor de la esperada.
Una terrible acción que pone en peligro la supervivencia de dicha mascota, la cual se ve obligada a intentar adaptarse al lugar donde fue abandonada. Mientras que sus antiguos dueños siguen con sus vidas sin consecuencia.
Leyes para proteger a las mascotas de un cruel destino
El incremento de casos de mascotas abandonadas ha obligado a que diversos países se comprometan con la implementación de leyes capaces de proteger a los animales domésticos.
El caso más reciente de esta protección legal se produjo en España, que llegó a registrar la increíble cifra de 140.000 perros abandonados al año. Para prevenir esta lamentable situación se sancionará monetariamente a quien pegue o abandone a sus mascotas –específicamente perros y gatos-.
La Ley de Protección de Animales de Compañía aprobada en 1990 contemplará implementar multas de hasta 30.000 euros contra quienes cometan este delito contra sus mascotas. El cual además está considerado como una infracción muy grave.
Además, la normativa prohíbe a los refugios el sacrificar a los animales. Debido a que algunos lugares de acogidas toman esta decisión en caso de que las mascotas no sean adoptadas en un periodo de 10 o 20 días tras su llegada al recinto.
Esta decisión posiciona a España junto a otros países como Reino Unido, Uruguay, México, Alemania, Francia, y Estados Unidos. Donde el abandono, tortura o maltrato de las mascotas se castiga con multas e incluso con meses o años de prisión.