No podemos decirte lo que debes comer, pero sí explicarte las consecuencias de tu dieta. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, reducir el desperdicio de alimentos y conseguir dietas más saludables, con un consumo menor de carne, son parte de una serie de medidas que según estos investigadores deberíamos tomar para garantizar la seguridad alimentaria mundial y evitar que el cambio climático siga un curso dramático.
A medida que la población crece, cambian los gustos hacia dietas basadas en un consumo más carnívoro y los alimentos se quedan escasos para una población de 9.600 millones de personas. Esto hace que sea necesaria más tierra de cultivo, lo que conlleva a una mayor deforestación y por lo tanto más emisiones de carbono así como una pérdida de biodiversidad y un aumento de la producción ganadera que elevará los niveles de metano. De hecho podrían elevarse los gases de efecto invernadero en un 80%.
Si no se hace nada para cambiar esto, en el año 2050 las tierras de cultivo habrán sido ampliadas en un 42% con el consecuente uso de fertilizantes que aumentaría un 45% con respecto a los niveles de 2009. Se estima que una décima parte de los bosques tropicales desaparecerían en los próximos 35 años.
Según este estudio, si reducimos a la mitad la cantidad de residuos de alimentos y ampliamos nuestra dieta a una más sana y equilibrada que no exija una demanda excesiva de carne y tierras de cultivo, podrían mitigarse algunas de estas consecuencias.
Fuente: BBC