¿Pueden las bacterias orales causar Alzheimer?


En los últimos años se han publicado investigaciones que sitúan a la periodontitis como causa de la enfermedad de Alzheimer. ¿Qué hay de cierto?

Los primeros indicios de muchas enfermedades se manifiestan en la boca. De hecho, hace años ya se planteó la posible asociación entre periodontitis y enfermedad de Alzheimer. Ahora nuevas evidencias arrojan más luz sobre la asociación entre infecciones bucales y enfermedad de Alzheimer.

Evidencias más sólidas y consistentes (basadas no solo en estudios experimentales sino también en humanos) han asociado una bacteria, cuyo único nicho ecológico es la cavidad bucal, como causante de procesos de inflamación cerebral que pueden conducir a enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.

El estudio, publicado en la revista Science Advances, encontró una evidencia de la relación entre una bacteria presente en la periodontitis crónica y las personas que padecen Alzheimer.

Así lo han explicado odontólogos y neurólogos, reunidos junto a expertos en otras áreas, en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde han tratado de actualizar conocimientos y responder a preguntas de gran actualidad e interés sobre esta vinculación que existe entre algunas enfermedades bucales y neurodegenerativas.

De la boca al cerebro

Esta vinculación podría explicarse de manera bidireccional. Por un lado, el deterioro cognitivo progresivo limitaría los hábitos de higiene bucodentales, afectando a la salud oral; y, por otro lado, el proceso inmuno-inflamatorio crónico y la inflamación sistémica secundaria a la periodontitis podría inducir fenómenos neuro-inflamatorios que favorecerían la enfermedad de Alzheimer.

“Estas bacterias tienen la capacidad de pasar al torrente sanguíneo desde las lesiones periodontales (bolsas) consecuencia de la periodontitis; y una vez en la sangre, tienen la capacidad de atravesar la barrera hemato-encefálica y causar procesos inflamatorios locales en el tejido cerebral”, afirma el profesor Dr. Mariano Sanz, catedrático de la UCM, patrono de la Fundación Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y director del encuentro científico.


Las bacterias involucradas en la enfermedad de las encías pueden viajar por todo el cuerpo, exudando toxinas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, la artritis reumatoide y la neumonía. (Foto: getty)Más

La inflamación crónica del tejido cerebral es el mecanismo fisiopatológico fundamental de la enfermedad de Alzheimer, sobre todo en edades avanzadas cuando el sistema inmune adaptativo se encuentra debilitado.

Bajo estas condiciones, una interacción crónica con antígenos bacterianos o fúngicos condiciona una hiperactividad de las células inmuno-competentes del sistema innato, con una mayor producción de citoquinas y otros mediadores pro-inflamatorios, que secundariamente pueden dañar a las neuronas.

“Esos antígenos bacterianos o fúngicos podrían proceder de infecciones periodontales, que generan una inflamación sistémica crónica de bajo nivel, con frecuentes y repetidas bacteriemias”, señala el Prof. Dr. David Herrera, profesor de la UCM y patrono de la Fundación SEPA.

De manera adicional, continúa, “la proximidad la bulbo y conductos olfatorios podría explicar el paso directo de bacterias o antígenos bacterianos al tejido o parénquima cortical”.

Los procesos locales de inflamación en tejido cerebral dañan el tejido neuronal e interfieren con las conexiones inter-neuronales, responsables de la mayoría de nuestra actividad consciente.
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