
Los siguientes casos de supervivencia son verídicos y son prueba que la realidad supera a la ficción. A nadie le gustaría estar en una situación similar a la que las personas de esta lista tuvieron que enfrentar. Lo realmente increíble es que todos salieron con vida para contarlo.
5. Juliane Koepcke: La chica que sobrevivió a la caída de un avión.

Volar es una experiencia que para muchos nunca deja de ser aterradora sin importar cuantas veces se suban a un avión. Es difícil no pensar que algo puede salir mal durante esas horas atravesando el cielo y todo puede terminar en segundos. Desafortunadamente esas cosas sí pasan y Juliane Koepcke es una prueba viviente de ello.

A sus 17 años, volaba rumbo a Perú para visitar a su padre, cuando la temida turbulencia comenzó. El cielo se iluminó por relámpagos que azotaban la nave, provocando el pánico entre los pasajeros, de pronto un rayo impactó el avión creando un un hoyo gigante, en medio de la tormenta, los rayos seguían y era sólo cuestión de tiempo para que otro impactara contra la ya muy dañada nave. No había muchas opciones para sobrevivir, así que Julie decide saltar, segundos después un rayo alcanza nuevamente la nave, terminando de destruir la nave y calcinando a todos los que se quedaron en ella.

4. Eric Lamarque: Perdido en la nieve.

Un ex jugador de hockey y apasionado por el snowboarding debe estar acostumbrado a pasar tiempo en el frío, ya que este es indispensable para llevar a cabo sus pasatiempos favoritos, pero si se está en este clima frío por mucho tiempo, sin la ropa adecuada, ni comida, podría convertirse en un infierno.

Eric Lamarque pasó una semana perdido en un inmenso desierto blanco. Sobrevivió comiendo cortezas de pino y frutos que encontró. Dadas las extremas condiciones a las que se enfrentaba, Erik no logró seguir en pie y cayó inconsciente, Cuando lo encontraron, su cuerpo ya había comenzado a congelarse, afortunadamente alguien lo encontró antes de que fuera muy tarde.
3. Aron Ralston: Atrapado por 172 horas.

Imagina que estás en una situación de la cual no puedes escapar, te encuentras atrapado y la única opción que tienes es deshacerte de una extremidad para recuperar tu libertad ¿Lo harías? A esta situación se enfrentó Aron Ralston en 2003, cuando descendió por un barranco y su antebrazo quedó atorado entre una roca y la pared. Los intentos por liberarse eran inútiles, las horas pasaban y su esperanza de salir con vida de aquella hórrida situación, se terminaba igual que la poca agua que le quedaba. Moribundo, y a punto de darse por vencido, Ralston decidió usar una navaja barata con poco filo para amputarse el brazo y poder liberarse. Después de 5 días finalmente fue rescatado y sobrevivió. Las autoridades recuperaron el brazo amputado de Aron, y este decidió cremarlo y esparcir sus cenizas en el lugar que lo aprisionó por 172 horas.
2. Lyndi Harding: El paracaídas que no abrió.

El paracaidismo es una práctica para valientes. La gente que se atreve, lo hace sabiendo que cabe la posibilidad de que el paracaídas no se abra y ese momento de adrenalina se convierta en uno de horror. No hay manera de imaginar la desesperación y lo que pensó Lyndi Harding al darse cuenta que su paracaídas no abriría a tiempo para detener su caída. Todos los objetos que desde el cielo se veían como pequeñas hormigas, se hacían cada vez más grandes. El paracaídas nunca se abrió. Increíblemente Harding no murió, únicamente se fracturó la nariz, se rompió 3 costillas y se perforó un pulmón. Tal vez no era su momento.
1. Roy Sullivan: El pararrayos humano.

Este guardabosques es bastante famoso por haber recibido varios impactos de rayo a lo largo de su vida. El primero en una torre de vigilancia en 1942, el segundo en 1969, seguido de un tercer rayo poco más de un año después. Las personas que rodeaban a Roy comenzaron a alejarse de él lentamente debido a su suerte. Por desgracia no acabó ahí, en el 72 otro rayo lo alcanzó mientras trabajaba y en el 73 uno más se suma a la lista. Después de tantos impactos Roy empezó a ser más cuidadoso cada que veía unas nubes muy negras, lamentablemente un día no alcanzó a resguardarse y otro rayo lo impactó. El colmo de Roy fue cuando un día su esposa casi es impactada mientras hacía limpieza en el jardín, lo que provocó que ella también lo abandonara, cansado de su situación, Roy se quitó la vida con una pistola.