La Antártida es cada vez más verde por culpa del calentamiento global



En vez de hielo, capas de musgo cubren el terreno

Las gélidas temperaturas del continente helado han provocado que la tundra haya pasado años atrapada bajo el hielo. Pero ahora el color verde, que prácticamente nunca ha estado presente en sus paisajes, está resurgiendo en forma de capas de musgo que se están expandiendo en superficies libres de hielo, según demuestra un estudio realizado por la British Antarctic Survey junto a investigadores de las universidades de Exeter y Cambridge.
Para llegar a la conclusión que apunta que el cambio climático está convirtiendo la Antártida en un paraje cada vez más irreconocible, los científicos analizaron su ecosistema en un periodo de 150 años.
Los dramáticos efectos se iniciaron en los años cincuenta, momento en el que las temperaturas de la Antártida empezaron a aumentar alrededor de medio grado Celsius por década. Un drástico incremento muy superior a la media del resto del mundo.
Pero no solo se alteró la temperatura. En aquel mismo instante, el estado de la vegetación también comenzó a cambiar. "A partir de 1950, se multiplicó entre 4 y 5 veces más el ritmo promedio de crecimiento del musgo", según dijo a The Independent el investigador de la Universidad de Exeter y coautor del estudio, Matt Amesbury, que junto al resto del equipo llegó a esta conclusión al analizar el musgo en tres puntos distintos de un tramo de 1.000 kilómetros de la Península Antártica.
                                                                                                                                                                             Matt Amesbury
Al percatarse de que los dos fenómenos se desencadenaron al mismo tiempo, para los investigadores ha sido inevitable señalar al calentamiento global como el principal responsable de este dañino efecto. "La razón por la que estamos tan seguros de que el musgo está respondiendo principalmente a la temperatura es debido a la respuesta a gran escala que se ha desencadenado en tres zonas diferentes de 1.000 kilómetros a través de la península", añadió al mismo rotativo Amesbury.
De momento, la vegetación no invadirá la parte oriental del continente, que se encuentra a mayor altura. Pero lamentablemente, con este fenómeno la península Antártica está anunciando el principio de una transformación que podría ser irreversible, llegando a alterar su biología y paisaje.Porque como explicó a The Independent el coautor del estudio, Dan Charman, si la temperatura sigue aumentando en superficies libres de hielo "la región será un lugar mucho más verde en un futuro".
Y como añadió Amesbury, esto es una evidencia más de las terribles consecuencias ocasionadas por una incansable actividad humana que lleva años destruyendo el planeta. "Esto es una prueba más de que los ecosistemas en el Antártico, en particular el de la Península Antártica, están respondiendo al cambio climático inducido por el hombre".
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