Jason Lazarus muestra lo que otros quieren olvidar
Todos tenemos fotos que son difíciles de conservar. Aquellas que son el recuerdo material de una vivencia desgarradora, de un lugar y un tiempo al que no queremos volver o de personas a las que un día quisimos tanto que preferimos no recordar.
El fotógrafo de Florida Jason Lazarus era consciente de ello. Así que, en 2010, hizo una petición para que donantes anónimos le enviaran imágenes que no querían tener con ellos.

Con el tiempo, acumuló un archivo de vivencias personales que dieron como resultado el proyecto Too Hard to Keep, que ha sido expuesto en varias galerías. De este modo, fotos que habrían acabado escondidas en el fondo de un cajón de unos han vuelto a ser contempladas por otros.
Algunos optaron por fotos de amigos que, quizá, ya no forman parte de sus vidas. Relaciones que solo eran posibles en un lugar y un tiempo determinado.
Otros eligieron a familiares a los que podrían haber tenido que decir adiós antes de lo deseado, o bien, con quienes perdieron relación.
Una persona que ya no está junto a él o ella, pero a la que miraría igual que el primer día. En la imagen recuerda como contemplaba a esa chica mientras dormía semidesnuda en la cama. Un momento efímero que ya no volverá.
También hay algunas en las que aparecen lugares. Aquellos que, probablemente, reviven momentos a los que no quieren volver.
Hay acontecimientos que marcan el fin de una etapa, de un tiempo que nunca se repetirá. Un prueba de ello son las fiestas de graduación: aquel instante en el que tienes que dejar de ser el adolescente irresponsable para empezar a parecerte al adulto que intentará hacer las cosas un poco mejor.
Mascotas que, probablemente, ya no están con ellos y que, pase lo que pase, siempre serán irremplazables.
Hay objetos que albergan grandes dosis de información que explican historias que es mejor no volver a escuchar.
Estas son las fotos de pequeñas cosas que un día fueron grandes momentos.
Puedes ver el proyecto completo de Jason Lazarus en su página web.