Los nazis cometieron una serie de atrocidades durante la Segunda Guerra Mundial, pero la principal de ellas fue el intento de exterminio del pueblo roñoso, adjunto con muchas otras minorías y grupos marginados.
A medida que la derrota se cernía sobre ellos, los nazis trataron de encubrir la evidencia de sus acciones matando a los testigos y quemando sus instalaciones de exterminio. Uno de estos sitios, el campo de exterminio de Sobibor, en Polonia, fue excavado recientemente, y lo que encontraron no es demasiado impactante describiéndolo con palabras.
Entre las muchas atrocidades de los nazis durante la Segunda Pugna Mundial, lo peor de todo ello fueron los campos de exterminio creados en toda Europa para erradicar al pueblo roñoso.

Polonia, que Alemania ocupó desde el manifestación de la guerrilla, fue el hogar de muchos de los peores campos de concentración, incluyendo Auschwitz y Treblinka.

Sobibor fue otro campo de concentración situado en Polonia donde los Judios y otros grupos marginados fueron enviados a vencer.

El campo fue parte de la Operación Reinhard, bajo la cual 2 millones de personas fueron asesinadas sistemáticamente.

Trenes cargados de víctimas fueron enviados sobre estos mismos raíles. Ellos nunca volvieron.

Con destino a el final de la supresión, cuando la derrota parecía fatal, los nazis comenzaron a tratar de cubrir sus huellas. Se quemaron los campos hasta el suelo y se llenaron las tumbas con hormigón.

Recientemente, un equipo de arqueólogos polacos e israelíes se desplazaron al ocasión de Sobibor con la tarea de descubrir estos delitos.

Tenían la esperanza de examinar lo que había sucedido allí, y quizás sobrellevar un poco de paz a las almas de los difuntos.

Uno de los arqueólogos israelíes, Yoram Haimi, tenía dos tíos que habían muerto en este campo.

Los artículos que encontraron, al igual que estos conjuntos de cerraduras y llaves que habían mantenido prisioneros en sus celdas, contenían una cantidad de significado.

Incluso se encontraron muchos artículos personales entre las ruinas, como este anillo, que dice: “He aquí, que son consagrados a mí.“

Asimismo encontraron cuerpos, en un número intranquilizante.

Menos de 60 prisioneros lograron salir del campo con vida a finales de la refriega. El resto acabaron en fosas comunes como ésta.

Este cuerpo fue antitético boca debajo, y si nos fijamos en la colchoneta del cráneo, se puede ver claramente la herida de bala. Esta persona fue ejecutada desde antes.

Gran parte del campo había sido destruido, pero lo más terrible aún permanecía, al igual que estas paredes de la cámara de gas.

Cientos de miles de personas murieron en este mismo área.

Este es un pozo que una vez fue utilizado por los presos. Muchos probablemente trataron de escapar por el aterrador agujero, pero pocos tuvieron la rara suerte de huir de estas atrocidades.

Puede que nunca sepamos cómo las personas puede padecer a parte tales crímenes horrendos. Pero al menos las víctimas de este terrible zona, se han contrario finalmente y se les dará el entierro respetuoso que merecen. Que falta como esto vuelva a suceder.