El secreto mexicano para librarte de la temible resaca


Resaca, cruda, guayabo, chuchaqui. Por cada país un nombre, pero siempre el mismo dolor y nada lo calma. Ni ibuprofeno, ni un plato rebosante de pasta, ni más alcohol. El secreto para curar la resaca mortal del 1 de enero se encuentra en el fruto del nopal.
Conocido como higo chumbo en España y como tuna en México, del fruto del nopal se extrae un zumo muy hidratante lleno de vitaminas. ¿Por qué crees que los marineros llevaban las bodegas llenas de este fruto? ¿Escorbuto? Puede ser. ¿Duras resacas a estribor? Sin duda.
Porque principalmente, para recuperarse de una resaca no se necesita esa pizza grasienta que te da ganas de comer cuando resucitas al día siguiente. No, lo que favorece que el alcohol se vaya (y no por donde ha venido) es beber mucho líquido. Y mucho mejor si viene en forma de fruta dulce, con pocas calorías y cargada de antioxidantes.
Para gozar de sus propiedades, lo mejor sería tomar un concentrado de esta fruta. La otra opción, menos potente pero más natural, es hacer un zumo de esta fruta fresca. Como tiene algunos pinchos, hay que ir con cuidado para manipularla. Lo mejor es que la dejes en agua para que los suelte y luego te pongas unos guantes gruesos al pelarla.
Una vez lista, solamente quedará la pulpa, que es rojiza o anaranjada según le haya dado el sol. Está llena de pequeñas semillas comestibles y tiene una textura gelatinosa.
Beber el zumo antes de empezar a celebrar la Nochevieja con copas y más copas puede mejorar sus efectos para que no amanezcas con la boca más seca y te sientas como si te hubiera atropellado un tráiler. Así lo aseguran el equipo científico de Scientific American.
Así que, ya sabes, empieza empinando el codo con un poco de este bonito cactus que tantas alegrías da en la cocina mexicana cuando se guisa y se come en tacos o ensalada.
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