
La primera cosa que notaríamos sería un tremendo ruido. Tan fuerte como para rompernos los tímpanos como Tévez a Ham.

Al mismo tiempo empezaríamos a notar el suelo temblar, porque las vibraciones causadas podrían provocar un terremoto de escalas de 4 hasta 8. El tamaño de ese terremoto dependerían de la capacidad de nuestros zapatos de absorber energía.

Un terremoto de escala 8 provocaría daños muy graves.


También causaría varios tsunamis que provocarían olas de hasta 30 metros.
