Pillada con las manos en la masa. Una mujer de 61 años fue descubierta por el dueño de una tienda robando galletas y atún por valor de 14 euros. Pero cuando el propietario llamó a la policía para que la detuvieran, los agentes no se la llevaron a comisaría: decidieron comprarle la comida y regalársela.
Los hechos ocurrieron este pasado fin de semana en Recanati, un municipio ubicado en la provincia de Macerata, situada en el centro de Italia. Según el diario localCronache Maceratesi, la anciana confesó que había sustraído los productos no para venderlos ni por placer: lo hizo por pura necesidad, ya que tenía hambre.
Tras dar esta explicación, la policía comprobó su relato investigando sobre su entorno. Y descubrieron que la mujer era pobre, y además no tenía ningún ingreso, ya que no cobraba ningún subsidio.
Por este motivo, los agentes no solo le compraron comida, sino que se pusieron en contacto con la asociación de la parroquia del pueblo para que pudiera conseguir un paquete de alimentos y de productos de primera necesidad. Además, los policías le compraron un billete de autobús para qeu pudiera volver a su casa.
Según informa el mismo medio, los servicios sociales de la región de Marcas, en donde se encuentra Recanati, se han hecho cargo del caso de la mujer, para que no vuelva a tener la necesidad de robar.