El mecanismo que genera el encendido consume de golpe una cantidad importante de energía eléctrica. Dicho gasto resultará compensado por el bajo consumo que requiere el mantener la iluminación activada. Así que la reducción de consumo energético será inversamente proporcional al número de encendidos y directamente proporcional al tiempo que necesitemos que permanezca encendida la lámpara (aunque esta reducción del consumo final, por el bajo consumo que requiere el mantener la lámpara encendida, se estabiliza tras cierto número de horas de activación ininterrumpida, a partir de las cuales ya no se puede reducir más). Por lo que, un encendido y apagado repetido, para obtener tiempos de iluminación no prolongados suficientemente, harán que este tipo de alumbrado resulte más costoso, mientras que resultará rentable para espacios que deben de permanecer continuamente iluminados.
La mentira de las bombillas de bajo consumo. No todos manejan esta información
El mecanismo que genera el encendido consume de golpe una cantidad importante de energía eléctrica. Dicho gasto resultará compensado por el bajo consumo que requiere el mantener la iluminación activada. Así que la reducción de consumo energético será inversamente proporcional al número de encendidos y directamente proporcional al tiempo que necesitemos que permanezca encendida la lámpara (aunque esta reducción del consumo final, por el bajo consumo que requiere el mantener la lámpara encendida, se estabiliza tras cierto número de horas de activación ininterrumpida, a partir de las cuales ya no se puede reducir más). Por lo que, un encendido y apagado repetido, para obtener tiempos de iluminación no prolongados suficientemente, harán que este tipo de alumbrado resulte más costoso, mientras que resultará rentable para espacios que deben de permanecer continuamente iluminados.