Indefensa y lastimada camina por el puente. Lo que ocurre luego es realmente asombroso


No existe nada mas detestable que la violencia contra los animales pero si hay algo que es igual de horrible: ver a un animal sufriendo y no hacer nada al respecto. Hoy te compartimos la historia de Kelsey, una perrita que fue abandonada.

Kelsey es una perra callejera que deambula en las calles de Bali. Las profundas heridas cutáneas que tiene le han quitado la mayor parte de su pelaje.



Un día como cualquier otro, un grupo de personas se encuentra a Kelsey en la calle y deciden ayudarla. Kelsey estaba plagada de pulgas y realmente cansada. Casi no tiene reacción cuando la acarician y su mirada transmite sólo tristeza.


Las personas que la encuentran la arropan con una manta y se la llevan en un coche. Si Kelsey hubiese permanecido unos días más en la calle probablemente hubiese muerto. Hasta una vez dentro del coche parece perdida.


Inmediatamente la trasladaron a una clínica veterinaria donde comenzó su recuperación.


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A la perrita la alimentan antes de visitar al veterinario. Pero más allá de la bondad y buenas intenciones de sus rescatadores, a Kelsey le cuesta confiar en la gente.


Sin embargo los veterinarios se sorprenden de lo sumisa que es.


Luego de unos días el tratamiento comenzó a dar resultados. Apenas una semana más tarde, ya se nota una sonrisa en las fotos. Su pelo no ha crecido por completo pero de a poco lo hará y la mayoría de sus heridas ya están curadas.


Hasta se siente lo necesariamente fuerte para ir a visitar a otros perros y jugar un rato.


Muy pronto Kelsey se convierte en una gran compañera. Ciertas veces le gusta contemplar el horizonte, de seguro pensando en todas las galletas que comerá más tarde.


Su pelo comienza a crecer de nuevo y comienza a notarse su color blanco.


Una vez acabada su recuperación, Kelsey ya luce como un perro normal. Su mirada desconfiada y el dolor han desaparecido de sus ojos.


Cuesta creer que sólo en unas semanas se haya recuperado tan bien aunque no deja de ser una alegría obviamente.


Todo concluye felizmente: ¡Kelsey encuentra una nueva dueña! Esta foto fue compartida por la clínica veterinaria donde la trataron.


Kelsey pudo salvarse gracias a la bondad y el cariño de un grupo maravilloso de personas. Las fotos compartidas demuestran que todos los perros merecen una segunda oportunidad. Kelsey se encuentra feliz con su nueva dueña quién cuida de ella y la llena de amor como bien se lo merece.
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