Gracias a este descubrimiento, podríamos vivir 130 años.


Borrando ciertos genes, podríamos vivir 130 años

El siguiente paso es identificar cuáles deben ser los objetivos a desconectar

Nuestra esperanza de vida está sometida a un continuo vaivén, siempre a expensas de la batalla entre los avances de la medicina y nuestro estilo de vida.
Ahora, sin embargo, científicos estadounidenses creen haber descubierto el secreto definitivo para alargar la vida: desconectar determinados genes.
Tras 10 años de estudio, investigadores del Buck Institute for Research on Ageing y la Universidad de Washington han identificado 238 genes que, cuando son desconectados, extienden de la esperanza de vida de las células de levadura.
Muchos de estos genes también se encuentran en los mamíferos, por lo que los científicos creen que, si se logra desactivarlos en los humanos, también podrían arrojar los mismos resultados.
“Este estudio observa el envejecimiento en el contexto del genoma entero y nos ofrece un dibujo más completo de lo que significa envejecer. Lo que tenemos que hacer ahora es descubrir cuáles son susceptibles de convertirse en objetivos”, ha dicho el Dr. Brian Kennedy, responsable del estudio.
Para determinar cuáles son los genes responsables del envejecimiento, los investigadores examinaron 4.698 cepas de levadura, cada una de ellas con un solo gen borrado, y observaron cuánto tiempo vivían las células hasta que dejaban de dividirse.
Hace tiempo que sabemos que la reducción de la ingesta calórica extiende la esperanza de vida
Descubrieron que borrando un gen llamado LOS1 lograban resultados particularmente significativos, extendiendo la vida de las células en un 60 por ciento.
El gen LOS1 está involucrado en el proceso de construcción de proteínas, pero también está ligado a un interruptor genético asociado a la reducción de la ingesta calórica y al control de daños del ADN.
“Hace tiempo que sabemos que la reducción de la ingesta calórica extiende la esperanza de vida”, ha dicho Brian Kennedy, presidente del Buck Institute, “la respuesta al daño del ADN también está ligada al envejecimiento, por lo que el gen LOS1 podría estar conectando estos distintos procesos”.
Todavía es pronto para comprender las relaciones entre todos los genes que afectan al envejecimiento, pero existe la esperanza de que estudios como éste permitan, algún día, producir nuevos medicamentos y terapias para combatir las enfermedades ligadas a la edad.
[Vía The Telegraph]

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