
Lo sentimos si eres fans de los caramelos duros, pero éstos perjudican seriamente tus dientes al estar tanto tiempo en la boca. ¿La razón? Generan ácidos muy dañinos, sobre todo si son de sabores cítricos (naranja, limón…). También pueden provocar caries y romperte algún diente (si tienes la manía de morderlos).
Hablando de los cítricos, también deberías saber que dañan tus dientes porque su nivel de acidez puede deteriorar el esmalte dental. Si no quieres renunciar a los nutrientes que te proporcionan este tipo de alimentos, consume solo naranjas porque es la fruta que menos ácido tiene.
“El pH ideal de nuestra boca se sitúa en torno al 7, mientras que un refresco (aunque sea light) puede ser hasta de 2,5, parecido al del vinagre”, añade Jeffrey Cole. Además, los refrescos con gas contienen mucho azúcar, por lo que fomentan las caries. ¡Ojo!
Sin embargo, las manchas del café en los dientes son las más difíciles de eliminar. Esta bebida también puede secarnos la boca y provocar caries (si la tomamos con azúcar o leche condensada).
Los alimentos crujientes, como las patatas fritas, contienen demasiado almidón, por lo que acaba debilitando los dientes. Ahora ya lo sabes.
El té, al igual que el café, también mancha nuestra dentadura de forma bastante notable. ¿Lo sabrán los británicos? Sea como fuere, esta bebida tiene numerosos beneficios para la salud.
Aunque sea agua congelada, masticar hielo es uno de los hábitos que más perjudican los dientes (pueden ocasionar alguna lesión bucal). Mucho peor, obviamente, son los helados porque la mayoría tienen mucho azúcar.
Consumir alimentos demasiado calientes, al igual que pasa con los helados o las bebidas frías, debilitan nuestra dentadura tras sufrir un cambio brusco de temperatura. ¿Consecuencias? Que tus dientes estarán más expuestos a las manchas.
Las frutas deshidratadas no solo contienen más calorías y carbohidratos que la fresca, sino que también dañan nuestros dientes al adherirse a ellos con demasiada facilidad. Mientras intentamos despegarlos, las pasas y compañía se divierten potenciando la aparición de bacterias.