
Una de las preguntas que muchas personas se hacen diariamente es ¿Cuántos huevos se puede comer diariamente? Y esto se debe a que hace mucho tiempo se solía decir que el máximo de huevos que podíamos comer eran por semana, debido a su alto índice de colesterol, el cual podía perjudicar nuestra salud.
Pero gracias al trabajo de diversos estudios médicos hoy se puede decir que el huevo no produce ningún tipo de daño ni problema en nuestro cuerpo, por largo tiempo el huevo fue categorizado como uno de los alimentos que había que consumir con cuidado ya podía perjudicar la salud delas personas que lo comían con frecuencia, argumentando que este alimento producía en el organismo altos niveles de colesterol.
Investigaciones científicas han demostrado que esta afirmación era totalmente falsa ya que este producto no altera el colesterol, nuevos estudios afirman que el consumo moderado de huevo aporta al organismo una buena cantidad de nutrientes que son necesarios para tener una vida saludable.
Beneficios del consumo de huevo
Aunque muchos lo consumen frecuentemente muchos desconocen sus beneficios, el huevo de gallina pesa aproximadamente 50 gramos, distribuyéndose de la siguiente manera 30 gramos corresponden a la clara y 20 gramos a la yema. La clara es de color transparente y es una gran fuente de proteínas, por su parte la yema es de color amarillo y contiene, además de proteínas, vitaminas, minerales, colesterol y lecitina.
Adicionalmente la proteína que contiene ayuda a tu cuerpo a mantener niveles de energía ideales para hacer las actividades del día, de igual forma te ayuda a mantenerte satisfecho por mucho más tiempo y reduce la necesidad de un refrigerio en la media mañana, por lo que es excelente para bajar de peso.
De igual forma contienen colina, que no es más que un nutriente que estimula el desarrollo y función cerebral, además se relaciona con el mejoramiento de la memoria y de los sentidos que nos ayudan a estar alerta. Y uno de los beneficios más sorprendentes es que contiene dos antioxidantes el leutin y la zeaxantina, encargados de proteger los ojos contra el daño que provocan los rayos UV.