El «secreto» está en la comprensión de cómo algunos reptiles, como los lagartos, consiguen hacerlo de forma natural.
Un
grupo de investigadores de la Universidad norteamericana de Arizona
acaba de dar un gran paso en el camino que hará posible la regeneración
de tejidos en humanos. El “secreto” está en la comprensión de cómo
algunos reptiles, como los lagartos, consiguen hacerlo de forma natural. El hallazgo acaba de publicarse en PLOS ONE.
Lo que han conseguido los científicos es dar con la “receta” genética que hace posible quelos lagartos regeneren su cola una
vez ésta ha sido cortada. Y aplicando las dosis correctas de cada uno
de los “ingredientes” genéticos que utilizan los reptiles, será posible
algún día aplicar tratamientos regenerativos a todas las personas que lo necesiten.
En
el estudio se utilizaron los métodos más modernos de análisis molecular
para averiguar con exactitud qué genes están implicados en el proceso
de regeneración. En particular, los investigadores se centraron en el
análisis de la regeneración de la cola de Anolis carolinensis, una
especie de lagarto cuyo genoma fue secuenciado en 2011. Igual que hacen
otros lagartos, esta especie es capaz de desprenderse de su cola si es
atacada por algún depredador, y hacerla después crecer de nuevo.
Básicamente
-explica Kenro Kusumi, autor principal de la investigación- los
lagartos utilizan la misma šcaja de herramientas genéticašque los
humanos. De hecho, entre los varios tipos de animales que pueden
regenerar partes de su cuerpo, los lagartos son los más parecidos a
nosotros. Descubrimos que para regenerar su cola los lagartos activan
por lo menos 326 genes diferentes, incluídos los mismos que hacen
posible el desarrollo de los embriones y la cicatrización de las
heridas”.
Otros animales, como las salamandras, las ranas, los renacuajos o los peces,
son capaces de regenerar sus órganos. Y al hacerlo, todos ellos activan
los genes de la llamada “senda Wnt”, un proceso necesario para el
control de las células madre en muchos órganos, desde el cerebro a los
vasos sanguíneos. Sin embargo, sólo los lagartos cuentan con este
“patrón” distribuido a lo largo de los tejidos que forman su cola.
No es instantáneo
“La
regeneración, explica Elizabeth Hutchins, coautora del estudio- no es
un proceso instantáneo. De hecho, los lagartos necesitan más de 60 días
para regenerar una cola que sea funcional. Los lagartos forman una
compleja estructura de regeneración que consiste en el crecimiento de
nuevas células sobre tejidos ya existentes en lugares determinados de
sus colas”.
Según
Jeanne Wilson-Rawls, otro de los autores del estudio, “hemos logrado
identificar un tipo de célula que es muy importante para la regeneración
de tejidos. Igual que sucede en los ratones o los humanos, también los
lagartos cuentan con un tipo de šcélulas satéliteš que pueden crecer y
desarrollarse como partes del esqueleto, los músculos o cualquier otro
tejido”.
En
palabras de Kenro Kusumi, “usando tecnologías de última generación para
secuenciar todos los genes que se expresan durante la regeneración,
hemos conseguido desvelar el misterio de qué genes se necesitan
exactamente para que los lagartos puedan regenerar sus colas. Si
seguimos esta receta genética hallada en los lagartos, y aprovechamos
estos mismos genes en células humanas, en el futuro podría ser posible
regenerar cartílagos, músculos e incluso médula espinal”.
Los
investigadores esperan que sus hallazgos puedan ayudar a descubrir
nuevas terapias para tratar lesiones de médula, reparar defectos de
nacimiento o tratar efermedades como la artritis.