ESTO ES LO QUE OCURRE EN TU CUERPO UNA DESPUÉS DE COMER UNA BIG MAC



Su alto contenido en sodio y calorías hace que los niveles de glucosa se disparen y se sienta una necesidad irreprimible de consumir más alimentos de preparación rápida.

Los alimentos de comida rápida son deliciosos y parecen ser muy convenientes para aquellos momentos en los que no tenemos tiempo para cocinar en casa.
Sin embargo, desde hace tiempo se sabe que no representan una buena opción de comida, ya que este tipo de comida tiende a contener altos niveles de grasas saturadas, sodio y azúcares refinados que pueden causar graves daños en nuestro cuerpo, ademas de ser una de las principales causas de sobrepeso y obesidad.
Hace algún tiempo, el Big Mac de McDonald’s llegó al público a la conquista de los paladares con “dos hamburguesas, lechuga, queso, salsa especial, cebollas, encurtidos y pan con sésamo”.
Pero detrás de esta hamburguesa irresistible, que hoy es una de las más consumidas en el mundo, hay un alto contenido de calorías y grasas saturadas que pueden afectar nuestra salud, incluso inmediatamente después de haber sido consumida.
A los 10 minutos de comer un Big Mac: nos sentimos bien, pero…
Un Big Mac con queso y salsa contiene 540 calorías que activan inmediatamente dos efectos: el primero es un aumento anormal de los niveles de azúcar en la sangre.
El otro efecto es la activación de los sistemas de recompensa del cerebro, que libera dopamina, conocida como la hormona del placer y la felicidad.
Este efecto es similar a la adicción que generan las drogas.
A los 20 o 30 minutos de comer un Big Mac: Quieres comerte otra hamburguesa

El jarabe de maíz con un alto contenido en fructosa y su alto contenido de sodio nos hacen sentir la tentación de querer comer un poco más.
Ambas sustancias se caracterizan por ser adictivas, por lo que no es extraño que nos generen ansiedad.
Pero lo peor no termina aquí. El Big Mac contiene alrededor de 970 miligramos de sodio, que cuando llegan al cuerpo causa deshidratación y por tanto, un cambio en la función renal y cardíaca.
Este cambio puede influir en el aumento de la presión arterial, la diabetes y la obesidad.
A los 40 minutos de comer un Big Mac: los niveles de glucosa se descontrolan
Es probable que a los 40 minutos sientas la ansiedad por comer más. Al comer un producto tan rico en calorías, se pierde el control sobre los niveles de azúcar en la sangre, lo que se traduce en un fuerte deseo de comer más comida rápida.
Un Big Mac tiene un poco más del 25% de la cantidad de calorías diarias recomendadas para una persona adulta, lo que hace que cambie la función del páncreas y reduce la glucosa, generando una sensación de hambre casi incontrolable.
Por otra parte, el tracto gastrointestinal absorbe el jarabe de maíz, causando picos de insulina que hacen que la ansiedad sea mucho más intensa.

A los 60 minutos de comer un Big Mac: tenemos una digestión lenta y pesada
Por lo general, el cuerpo necesita entre 24 y 72 horas para digerir la comida. Sin embargo, el alto contenido de grasa de un Big Mac hace que este proceso sea más complicado, por lo que la digestión puede durar desde horas a días. La grasa trans puede tardar hasta 51 días en ser digerida por completo.
Este alto contenido de grasa es lo que está aumentando la tasa de personas con enfermedades del corazón, la obesidad, el cáncer y la diabetes.





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