El 40% de las personas que tienen un perro duermen con él de manera más o menos habitual. Esto puede resultar raro a quien no los tiene, o no han convivido con ellos. Pero, ¿es una buena costumbre? ¿Cuales son sus consecuencias? Aquí te las detallamos:
Te protegerá del frío
La temperatura de los perros es superior a la de los humanos, por lo que, si compartes la cama con ellos te asegurarás no pasar frío en invierno. Eso sí, en verano, puede suponer un problema.
Te ayudará a relajarte
¿Quién mejor para ayudarte a olvidar todos los problemas del día a día y ayudarte a deshacerte del estrés que tu mejor amigo, cuya principal preocupación es que llegues a casa?
Te sentirás protegido y el sueño será más reparador
A todos nos gusta sentirnos protegidos cuando dormimos, y, aunque no haya ningún peligro nos reconforta saber que hay alguien pendiente de nosotros.
Si te despiertas en mitad de la noche o te cuesta dormir, te sentirás acompañado
Es muy desagradable no poder dormir y sentirse sólo o despertarse y no poder volver a conciliar el sueño, pero si tienes a tu fiel amigo al lado, el trago es menor.
Estrecharás lazos con él
Todos los beneficios anteriormente comentados son en dos direcciones, ya que él estará encantado de compartir cama contigo.
Eso sí, si quieres disfrutar de estas “consecuencias”, también debes tener en cuenta estos consejos:
Establece normas
Delimita tu lado de la cama, asegúrate de que sólo suba a ella cuando tenga tu permiso e impón un poco de disciplina para que la situación no se descontrole.
Recompensa a tu perro por portarse bien
Hazle saber que si se porta bien y te hace caso, todo será mejor para él.
Mantén la higiene
Ten cuidado con el barro u otras cosas que pueda traer de sus paseos, y mantenlo limpio.
Dale la posibilidad de irse cuando quiera
Sus ritmos de sueño son diferentes a los de los humanos, así que dale la libertad para que pueda ir y venir de acuerdo a ellos.