El ingles que le perdono la vida a Hitler

"Cada vez que veo a mujeres y niños muertos y heridos en Coventry, pido perdón a Dios por haberlo dejado con vida".

Esas palabras fueron sentenciadas por un soldado inglés condecorado en la Primera Guerra Mundial, al ver como esa ciudad inglesa era bombardeada por la aviación alemana durante la Segunda Guerra. ¿El soldado inglés? Henry Tandey. ¿La otra persona a quien debería haber matado? Nada menos que Adolf Hitler.

Henry Tandey 


El 28 de septiembre del año 1918, el regimiento inglés Duque de Wellington trabó combate con tropas del ejército alemán, en la batalla de Menin, Francia. El soldado raso Henry Tandey, luego del fragor de la batalla, cuando ambos bandos se retiraban, tuvo la oportunidad de matar a un enemigo herido. Apuntó su fusil hacia aquel, pero su sentido del honor impidió que matase de esa forma a un hombre indefenso.


Hitler en la epoca de la primera guerra mundial

En 1938 Neville Chamberlain, primer ministro de Gran Bretaña, se entrevista con Adolf Hitler con el objetivo de salvar la paz para su tiempo. Hitler invita a Chamberlain a su recién estrenada residencia de Berchtesgaden, un magnífico complejo en los Alpes bávaros que había sido un regalo de Martin Bormann y otros jerarcas nazis.

En uno de estos momentos de colegueo Hitler enseñó un cuadro a Chamberlain. Se trataba de una obra del italiano Fortunino Matania que representaba a soldados británicos en la Primera Batalla de Ypres. En primer plano aparece un soldado que acarrea a su espalda a un camarada herido. Hitler lo señala y explica convencido: "Este hombre estuvo tan cerca de matarme que pensé que no volvería a ver Alemania otra vez".



Neville Chamberlain

Documentos descubiertos en el archivo del regimiento Green Howards (en el que sirvió por un tiempo Tandey) demuestran que Hitler sabía que estaba vivo gracias a la magnanimidad de un soldado inglés y, cuando fue elegido canciller del Reich, pidió a las fuerzas armadas británicas la copia de un cuadro, pintado por el italiano Fortunio Matania, que retrataba una acción heroica de su salvador en la batalla de Menin, en octubre de 1914, durante el primer mes de guerra.


Green Howards en el cruce de Menin en 1914, obra de Fortunino Matania.

Chamberlain lo mira sorprendido por la revelación. Se da la circunstancia, además, que el soldado en primer plano señalado por Hitler no es un cualquiera imposible de identificar sino que es sabido que se trata de Henry Tandey, el soldado raso británico más condecorado durante la I Guerra Mundial.

De vuelta a Gran Bretaña, Chamberlain hace una llamada al domicilio familiar de Henry Tandey donde le hace partícipe de la anécdota y del agradecimiento del Führer por no haberle disparado.

Dos años más tarde la guerra es una realidad y esta historia se hace conocida para la opinión pública británica. En una entrevista en la prensa Henry Tandey explica la circunstancia, la cual había aparcado en su memoria durante largo tiempo: "Apunté pero no podía disparar a un hombre herido, así que le dejé ir". Veinte años después Tandey se arrepiente de su misericordia y lamenta no haber disparado. Su deseo es reingresar en el ejército para "que no se escape por segunda vez".


Henry Tandey exibiendo sus medallas, en 1973.

Como extra les dejo un cortometraje que muestra el momento en que Henry Tandey le perdona la vida a Hitler


Google Plus
Loading...