Como sabéis, nos encanta difundir desde aquí el trabajo que mucha gente hace para rescatar y ayudar animales que han sufrido de maltrato o abandono. Es el caso de estos tres pequeños chihuahuas que fueron abandonados en la ciudad de Los Ángeles y vivían en el aparcamiento de un establecimiento de comida rápida, alimentados por una mujer que les daba comida cada día. Incluso, fueron disparados con una pistola de plomos que alcanzó a dos de ellos. La protectora Hope For Paws recibió un aviso y pudo rescatarlos para buscarles un hogar. Desgraciadamente, una de ellas, a la que habían llamado Penny, murió a los pocos días.
Aunque ciertamente preferimos compartir historias con un final feliz, las que no acaban bien deben ayudar a concienciarnos de que ningún animal debe ser abandonado y maltratado. Una vez más agradecemos a la gente que dedica sus esfuerzos a ayudarlos.