¿Cómo era mi vida antes de Facebook? 5 cosas que no sucedían previo a la llegada de la red social



 
Muchos pueden dividir su existencias en dos periodos A.F. (Antes de Facebook) y D.F. (Después de Facebook). Es que la red social nos cambió la vida.
Si no recuerdas cómo era la existencia antes de la era de los Me Gusta, vamos a compartir contigo 5 cosas que no sucedían en tu vida antes de que existiera Facebook.

Eres ultra celoso/a

Nadie puede decir que no es celosa, pero la mayoría lo tenía controlado, eso hasta que llegó Facebook y nos mostró todo lo que hacía nuestra pareja o ex cuando no lo estábamos vigilando.
¿Quién es la chica/o de la foto? ¿Qué hacías en un bar a las 3 de la madrugada? ¿Por qué apareces como soltero/a? Facebook nos volvió unos celópatas absolutos.

Tratas de que tu vida parezca atractiva

Antes salías porque querías, ahora lo haces para hacer el checkin correspondiente en Facebook; te ibas de vacaciones y te desconectabas, ahora subes fotos todos los días para mostrar lo bien que lo estás pasando.
Facebook nos puso en vitrina y, como buena vitrina, queremos lucir lo mejor posible, con una vida que se note más interesante que la que tenemos realmente. El tanto pretender, hace que lo pasemos mal.

Dejaste de ir a reuniones sociales

¿Para qué juntarme con los ex compañeros del colegio? Ya sabes qué hace cada persona, cómo se ve, si está soltera, casada, separada o tiene hijos con sólo mirar su perfil de Facebook.
Esa curiosidad que teníamos por saber del otro, pasó al lado virtual y no es necesario comunicarnos cara a cara para conocer al revés y al derecho toda su vida.

Usas un lenguaje extraño

Hablamos por Face; dame un Like, mira en mi muro, Manito arriba, etc. ¿Ellenguaje se "enriqueció" con Facebook?
Ese tipo de palabras, que son típicas del usuario activo de Facebook, no eran parte del vocabulario masivo hace 6 años, pero hoy te las escuchas en todos lados; de boca de tus amigos, en el metro y, peor, saliendo de ti.

Estás libre de las obligaciones familiares y aún quedas bien

Nada de andar llamando a ese primo en segundo grado para su cumple o graduación; basta con ponerle algo genérico en su muro y, no hace falta visitar a la tía con bigotes, déjale un par de palabras amables una vez al mes y listo. Puntos extra si le añades un sticker sonriente.
Se está haciendo aceptable cumplir obligaciones sociales por Facebook, lo que te salva de situaciones molestas o aburridas. Si no sabes cómo excusarte por no ir a la comunión de un sobrino en cuarto grado que ni conoces, haz un checkin en un hospital y listo, ni siquiera necesitas entrar.
Ya ni me acuerdo cómo era mi vida sin Facebook, no sé si era mejor o peor, lo que sí tengo claro es que cambió la forma en que hago las cosas. Me despido para ir a ver el perfil de mi ex y darle un Like a las 80 fotos del gato de mi tía.
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