Su punto de resistencia al calor antes de quemarse es menor al de otros tipos de aceites. Cuando se quema puede tornarse dañino. El aceite de oliva se volvió en los últimos años muy popular para cocinar, por sus propiedades que rayan en distintos campos como prevenir las enfermedades cardiovasculares, favorecer la función digestiva, la correcta mineralización de los huesos, etc.

Sin embargo, también es conocido cómo su punto de humo, literalmente el momento en que este se quema, es más bajo que otro tipo de aceites (se ubica entre los 162.78 y los 190.56º C, mientras otros como el de alazor o cártamo se queman hasta los 246 -260ºC). El problema con que el aceite de oliva llegue a su punto de humo es que sus propiedades se degradan y comienza a generar efectos nocivos para la salud. Para cocinar alimentos que requieren de altos grados de calor lo mejor es hacerlo con otro tipo de aceites como el de aceite de canola o de colza, el de soya o el de girasol. Cocinar con aceite de oliva es positivo para nuestra salud, pero solo si realmente cuidamos que no se queme, y para ello, es preferible que los siguientes alimentos, por el grado de calentamiento que requieren, evites cocinarlos con aceite de oliva:
Para cocinar carne ahumada
Cocer y asar Pescado
Cocer y asar Puerco
Carne de Hamburguesa
Pollo rostizado
Vegetales (si tienes qué cocinarlos arriba de 204ºC)
Patatas fritas
Pollo frito
Comida Oriental frita
o cualquier otra cosa frita