
Partamos de estas dos premisas: la policía quiere llamar la atención lo máximo posible y el rojo siempre se ha identificado con las emergencias o el peligro porque es el color de la sangre.
Si queremos usar el rojo por el peligro que representa y queremos llamar la atención, no hay nada mejor que usar otro color que contraste mucho con el rojo. Este color es el azul que es el que más contrasta con el rojo ya que está en el otro extremo del espectro visible.

En el espectro visible el rojo y el azul son lo que están más separados y cualquier otro color intermedio va a estar más cerca del color rojo o el azul y el contraste va a ser menor.
Esto no es del todo cierto, ya que el violeta está más alejado del rojo que el azul y, por tanto, deberían de contrastar más. Pero el violeta tiene un problema: no produce estimulación en la retina, no se ve con claridad, al contrario que una luz azul intensa.
Sabemos que nuestros ojos tienen células sensibles al rojo, al verde y al azul (los colores primarios). Así que, además, estos dos colores cumplen otra característica: forman, junto al verde, los colores primarios.
Así pues, el rojo y el azul son los colores que más contrastan al estar mas separados en el arcoíris y, además, nuestra retina detecta mejor el rojo y el azul. Al ser colores primarios van a ser detectados directamente por las células de la retina y enviadas al cerebro sin mezcla alguna. Con estas dos características hay mayor probabilidad que llamen nuestra atención.
