
Si nos fijamos en los ingredientes de una pasta de dientes convencional encontraremos posiblemente laurilsulfato de sodio, dióxido de titanio, sacarina y otros compuestos que no solo no son beneficiosos para nuestros dientes sino que, a la larga, pueden resultar incluso dañinos para nuestra salud.
En este artículo te indicamos paso a paso cómo puedes elaborar un dentífrico casero con ingredientes totalmente naturales y muy beneficiosos, así como los productos naturales que te ayudarán a refrescarte la boca y a blanquearte los dientes sin efectos secundarios.
Un dentífrico casero
Podemos elaborar un dentífrico natural y casero con los siguientes ingredientes:
- Arcilla blanca de uso oral: La arcilla tiene un gran poder limpiador, alcalinizante, depurativo y remineralizante, lo cual la convierte en el ingrediente principal de esta pasta de dientes. Es fundamental que sea en polvo, de textura muy fina, y de uso oral, para asegurarnos de que no contenga sustancias tóxicas.
- Aceite de coco: En numerosas ocasiones hemos destacado las bondades del aceite de coco, tanto consumido como aplicado tópicamente. En este caso, mezclado con la arcilla nos dará la textura ideal para aplicárnoslo en los dientes, y nos beneficiará gracias a su contenido en ácido laúrico, que evita la formación de caries y placa dental.
- Aceite esencial de menta de uso oral: Casi todos los dentífricos contienen aromas mentolados, ya que son muy refrescantes y dejan un buen sabor.
- Aceite esencial de orégano de uso oral: El aceite esencial de orégano funciona como un antibiótico natural y combate todo tipo de infecciones. Es la alternativa de uso interno al aceite esencial de árbol de té. Cualquier aceite esencial que usemos en la boca, en el interior de nuestro cuerpo o cerca de las mucosas, debe ser siempre de uso oral, ya que, en caso contrario, podría causarnos irritación.
- Bicarbonato de sodio: El bicarbonato de sodio, un producto baratísimo y muy eficaz para muchas cuestiones de limpieza del hogar, salud y belleza, también será un buen ingrediente para ayudarnos a blanquear los dientes y, de paso, combatir la inflamación de encías gracias a su poder alcalinizante. Su textura debe ser totalmente fina para no rayarnos el esmalte, por lo que, si es granulada, deberíamos pasarlo por un molinillo de café.
Elaboración
- Pondremos 30 gramos de arcilla blanca y 10 gramos de bicarbonato sódico en un bol.
- En un vaso de cristal pondremos 20 ml de aceite de coco junto con 5 gotas de aceite esencial de menta y 2 gotas de aceite esencial de orégano.
- Iremos añadiendo poco a poco aceite de coco al primer bol, mientras removemos con una cuchara de madera. Si queremos una textura más líquida, le añadiremos un poco más de aceite de coco.
- Conservaremos este dentífrico en un bote de cristal herméticamente cerrado.
Es importante que no usemos recipientes o utensilios de plástico o metal, ya que el producto perdería parte de sus propiedades beneficiosas.
El mejor aclarado
¿Con qué productos nos podemos aclarar la boca, a modo de colutorio, sin que agredan nuestro pH natural?
- Mezcla de dos partes y media de agua natural con una parte de agua marina.
- Infusión concentrada de tomillo.
- Un cuarto de vaso de agua (50 ml) con una pizca de cloruro de magnesio.
¿Cómo blanquear los dientes?
La cáscara del plátano es uno de los remedios naturales más sorprendentes y económicos para blanquear los dientes.
Sólo tendremos que frotar diariamente la parte interna de la cáscara contra la dentadura durante dos minutos después del cepillado habitual.
¿Qué nos aporta?
- La cáscara del plátano contiene ácido salicílico, que combate el sarro naturalmente. También lo contienen las fresas, que pueden igualmente frotarse contra los dientes o incluso en manchas de la piel.
- También contiene ácido cítrico, el cual es un potente blanqueador.
- Por otro lado, es rica en magnesio, potasio y manganeso, los cuales nos ayudan a remineralizar y fortalecer la dentadura.
Además, podemos estar tranquilos, ya que la cáscara del plátano no daña nuestros dientes, a diferencia de otros remedios caseros.
Realizaremos este tratamiento cada noche antes de acostarnos. En una semana ya podemos notar una ligera mejoría, aunque recomendamos hacerlo por temporadas, por ejemplo, un mes sí y un mes no.
Imágenes por cortesía de Rupert Taylor-Price, Katalopolis y Emilian Robert Vicol.