Objetos abandonados en la Luna


No se habla mucho de la cantidad de material abandonado en la Luna durante las misiones Apolo. Los conspiranoicos argumentan que se trató de pura pereza de “Juan”, el mexicano inmigrante encargado de la limpieza del estudio donde Stanley Kubrick rodó los alunizajes, a otros, simplemente no les resulta interesante.

Objetos abandonados en la Luna

Como sea, en torno a este tema se han construido una buena cantidad de curiosidades, sin más preámbulos, dale un vistazo a estos extraños objetos abandonados en la Luna.

1. La foto familiar.

Charles Duke foto familia

Charles Duke, un integrante de la misión Apolo 16, hizo lo que cualquier esposo promedio haría, tomó una foto de él, su esposa y sus hijos y la llevo al trabajo (a 384,400 km de distancia). Detrás de la imagen escribió la leyenda “Esta es la familia del astronauta Duke, del Planeta Tierra. Se posó sobre la Luna en abril de 1972“. Aunque infinitesimal, existe la probabilidad de que algún día un visitante de otro mundo, o incluso nosotros mismos, en busca de la legendaria Tierra que nos vio nacer, encontremos esta foto y que la familia Duke se convierta en el más famoso grupo de humanos a lo largo y ancho de todas las galaxias colonizadas.

2. La Medalla de Yuri Gagarin.

cosmonauta

La Guerra Fría estaba en su pleno apogeo, rusos y estadounidenses levantaban la guardia en un conflicto que parecía inminente en el sudeste asiático, pero para todos los involucrados que no tenían incumbencia política, la exploración espacial trascendía estas fronteras. Así fue que la tripulación del Apolo 11 tuvo el detalle de dejar en la Luna un pequeño contenedor de tela con medallas conmemorativas en honor a sus colegas rusos Yuri Gagarin, fallecido en 1968, y Vladimir Komarov, otro cosmonauta que murió en 1967.

3. Las pelotas de Alan Sheppard.

No hablamos de las pelotas anatómicas de este hombre, que seguramente le fueron de mucha utilidad para “empacarse” en una lata con propulsores y viajar más de 300,000 kilómetros hacia nuestro satélite natural, esas las trajo de vuelta. Nos referimos a sus pelotas de golf. Sheppard, en un acto muy propio de los humanos, decidió que sería el primer hombre en jugar al golf en el espacio. De alguna forma convenció a la NASA de que había ciencia en esto, así que ingeniaron una forma para adaptar la cabeza de un palo de golf a un bastón de usos múltiples que servía como extensión para la herramienta, e incluyeron dos pelotas de golf en el equipaje del Apolo 14.

4. El Astronauta Caído.

Astronauta Caído de Paul Van Hoeydonck

Para 1971 la exploración espacial ya se había cobrado numerosas víctimas, y era justo hacer un homenaje a los hombres que murieron en nombre de la ciencia. Fue así que los responsables del Apolo 15 encargaron al escultor belga Paul Van Hoeydonck, una escultura que debía ser resistente a las condiciones lunares, inquebrantable y que no representara a ningún género ni grupo étnico. Fue entonces que el artista entregó al Astronauta Caído, que junto a una pequeña placa, también de aluminio, formaron un pequeño monumento a los 14 cosmonautas soviéticos y estadounidenses muertos en los ensayos o durante los vuelos espaciales previos.

5. El mensaje de Díaz Ordaz.

Durante el desarrollo y planificación del Apolo 11, la NASA contactó a diversos líderes mundiales, solicitándoles un mensaje de buena voluntad para ser incluido en un disco de silicio del tamaño de una moneda, y que sería dejado en la superficie lunar por Neil Armstrong y Buzz Aldrin.

73 naciones responderían, con personalidades del nivel de Indira Gandhi y el Papa Paulo VI dejando su mensaje para la posteridad. Entre tantos otros, su majestad Gustavo Díaz Ordaz, el 54º presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, en cuyo extenso mensaje decía:

mensaje de Díaz Ordaz

Sí, quizá algún día en un futuro muy lejano el único recuerdo que quede de México sea el mensaje demagogo de un presidente cuyo único legado fue la represión y masacre de sus ciudadanos. Si a alguien le sirve de consuelo, el mensaje de Díaz Ordaz y todos los demás, se vieron opacados por el de los estadounidenses, quienes firmaron la placa oficial del Apolo 11 con un “Venimos en paz”, gracias Richard Nixon.

6. Mapas y manualidades.

Mientras preparaba el vehículo lunar para funcionar, Gene Cernan, un astronauta del Apolo 17, se di cuenta de que estaba atorado. Para tratar de resolverlo dejó caer un martillo en una de las salpicadera del vehículo. Tuvieron éxito durante algún tiempo hasta que el asunto se soltó y comenzó a arrojar polvo lunar sobre los astronautas, quienes al limpiar sus visores terminaban por rayar el vidrio, aquello era un infierno.

reparación lunar

Al día siguiente les surgió la idea: usando simple cinta americana y algunos mapas laminados, consiguieron Mcgyverizar una salpicadera nueva, que resistió durante toda la misión, eso era más de 35 km de terreno irregular.

7. Pluma y martillo.

La ciencia se confronta y se prueba por la experimentación, y curiosamente uno de los principios elementales de la física aún no había sido demostrado fuera de un ambiente de laboratorio: la constante de la aceleración gravitacional. Según la leyenda, Galileo habría demostrado esto al dejar caer esferas de masa diferente desde lo alto de la torre de Pisa. De hecho, utilizó simples piedras y hojas de papel desde una rampa, era mucho menos dramático, pero resultó.

Como se puede ver en las imágenes David Scott, astronauta del Apolo 15, demostraba con una pluma de un halcón y un martillo de 1.3 kg que, en realidad, en ausencia de la resistencia del aire, los objetos de pesos diferentes se aceleran a una velocidad constante. Como afirma en el video: “Parece que el señor Galileo tenía razón.”

8. La travesura de Andy Warhol.

Forrest Myers, un famoso artista plástico de la década de los 60 tuvo la idea de crear la primera Galería de Arte en Otro Mundo. Entonces le pidió a cinco artistas crear los dibujos: Robert Rauschenberg, John Chamberlain, David Novros, Claes Oldenburg y Andy Warhol, este último tenía a un oso hormiguero de mascota, desde aquí uno puede suponer que no va a resultar en nada bueno.

Myers creó una pieza de cerámica de una pulgada por lado, donde se reprodujeron los 6 dibujos con la ayuda de Fred Waldhauer, un científico de Bell Labs, que conocían técnicas micro grabado. La NASA por primera vez calló, no dijo ni sí, ni no. Al ver que estaba siendo ignorado, a Meyers le preocupaba que el proyecto se fuera a la basura, pero Waldhauer le dio un plan B: un conocido de él que trabaja en Grumman, la empresa que estaba construyendo el módulo de alunizaje del Apolo.

Con un agente infiltrado, lograron meter una copia de la tablilla en el tren de aterrizaje de la nave, oculto entre las hojas doradas que se utilizaban como aislante térmico. Un telegrama les confirmó que la misión había sido cumplida, y el New York Times fue informado, cuando el Apolo 12 estaba ya a medio camino de vuelta, por supuesto.

tablilla arte otro mundo

En cuanto a los dibujos, nada extraño, excepto por el de Andy Warhol, qué como buen Troll, prefirió fingir que tenía 12 años de edad, y garabateó algo que, de acuerdo con diversas fuentes, podrían ser sus iniciales, un cohete estilizado o un pene.

9. La dignidad.

Nadie dijo que sería fácil. Estos hombres pasaron los últimos millones de años evolucionando, cada una de sus células adaptándose perfectamente a la gravedad terrestre. Y así, sin previo aviso, tenían que existir en un ambiente que tenía una sexta parte de esa gravedad. Su sistema de equilibro no se daba abasto con los cálculos y el cerebro no sabía cuanta fuerza imprimir en cada movimiento, y como si no fuera suficiente, aquel traje espacial limitaba sus movimientos haciendo de todo aquello un infierno en la Luna. Era imposible que no se cayeran…

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