Un reciente estudio indica que la grasa acumulada en las piernas puede prevenir cardiopatías, lo cual explicaría por qué el cuerpo tiende tanto a retenerla, por mucho que sudemos en un gimnasio.
En cuanto a la de las piernas, Van Pelt midió tasas de insulina y triglicéridos (grasas que implican peligro) y otros factores de riesgo de cardiopatía en 95 mujeres; aquellas con excesiva grasa en las piernas, sin importar su cantidad de grasa abdominal, tenían menos triglicéridos en la sangre y, por ende, menos riesgo de sufrir cardiopatías. La grasa de las piernas parece retener triglicéridos sanguíneos.