Crop circles: las señales del otro lado



¿Quién no ha visto alguna vez estas figuras geométricas plasmadas sobre campos de cultivo? Los círculos de las cosechas -o crop circles, en inglés- han llegado a ser calificados como el mayor misterio de los tiempos modernos. Pese a la fama que tienen de haber sido falsificados por el hombre, aún existe un considerable interés por este fenómeno. Y es que, como veremos más adelante, las pruebas están ahí para ser tomadas en cuenta. Es hora de que se vuelva a colocar a los crop circles en el lugar que merecen dentro de la ciencia, el misterio, y por qué no, de nuestra conciencia.

Impresionante crop circle aparecido en Wiltshire, Reino Unido, el 6 de julio de 2013

Estos enigmáticos dibujos han aparecido sobre cultivos tan diversos como el tabaco, las fresas, espinacas, colza, patatas, coles, caña de azúcar, frijoles…variado es también su ámbito de aparición, ya que se han visto desde África hasta Oceanía, pasando por Australia, las Américas, Europa, Asia…Se han descrito también círculos en el hielo, incluso se habla de los “círculos fantasma”, formaciones que han aparecido una vez y al año siguiente vuelven a materializarse en el mismo lugar.

Los círculos de los campos de cultivo no son un hecho reciente, aunque saltaran a los medios en los años ochenta por primera vez. Existen ilustraciones del siglo XVII en las que ya se hacía referencia a este fenómeno, culpando al diablo, eso sí.  Incluso hay una pintura rupestre, fechada en torno al 3.000 a. C., que sugiere claramente un círculo asociado con un fenómeno aéreo extraño junto a un grupo de personas y animales asustados.

Al principio, estas formaciones presentaban estructuras simples, y no es hasta la década de los noventa cuando nos sorprenden con intrincadas figuras geométricas y diseños que recordaban a los fractales, la teoría matemática del Caos o la geometría sagrada. Hasta la fecha, la mayoría han aparecido en Inglaterra, principlamente en Wiltshire y Hampshire, un área que ha sido testigo de una gran actividad a lo largo de la historia. No en vano se trata de una zona considerada como un enclave mágico debido, sobre todo, a que alberga complejos megalíticos como Stonehenge y numerosos túmulos.

Los geólogos Green y Lyons, pusieron de relieve que existe una conexión entre la presencia de agua subterránea en estratos de roca permeable e impermeable y la aparición de las formaciones. De hecho, en torno al 80% han sido registradas en campos situados sobre acuíferos de caliza con estratos de arcilla.

Algunos informes han destacado el mal funcionamiento de equipos electrónicos, especialmente cámaras de vídeo, en cuanto son introducidas en los círculos. En el año 98, miembros de un equipo de televisión que entraron en una de estas formaciones en una plantación cercana a Silbury Hill, comprobaron cómo sus cámaras dejaron de funcionar correctamente dentro del círculo. Tuvieron bastantes problemas con sus equipos y no pudieron grabar las secuencias que pretendían sólo 24 horas después de la aparición del crop circle.

En otros casos las baterías de las cámaras de los investigadores se han descargado inexplicablemente. Incluso algunas cosechadoras se han detenido en seco cuando cruzaban un círculo. Además, han sido vistas bolas de luz dentro de las formaciones y a su alrededor, que serían las responsables del fenómeno, según un gran número de testigos.  En el vídeo que sigue se pueden ver estas extrañas luces, pequeños OVNI´s o “foo-fighters”:

Por si fuera poco, muchas de las personas que han visitado los círculos afirman haberse sentido estimuladas, experimentando cambios de conciencia, e incluso hay quien asegura haber sanado de largas enfermedades crónicas.

En 1991, dos ancianos jubilados de Southampton, Doug Bower y David Chorley, sorprendían al mundo al declarar que ellos habían sido los autores de los círculos. Para llevar a cabo tan titánica tarea afirmaron haber utilizado planchas de madera, una cuerda para hacer círculos perfectos y alambres enganchados a sus gorras como herramientas de “visión”. Todos los programas de televisión les mostraron realizando tan ardua tarea. Pero, ¿fueron capaces estos dos hombre de realizar círculos de diseños complejos, algunos de los cuales habían aparecido en una misma noche y a muchos kilómetros de distancia?

Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y a partir de ese momento cuando los medios se referían a los crop circles lo hacían subrayando el origen humano de los mismos.

No obstante, todo indica que tras la promoción de la teoría del engaño hubo una considerable presión y una importante suma económica. Y es que lo cierto es que los militares han mostrado interés por el fenómeno, y no es extraño ver helicópteros sin identificación en torno la zona de Avebury. A veces incluso han sobrevolado lugares en los que esa misma noche aparecía una formación. Así pues, y a pesar de la fuerte resistencia por parte de la comunidad científica para aceptar la veracidad de los círculos, podría haber en marcha programas clandestinos de investigación en las principales áreas donde aparecen crop circles.  De ser así, la posibilidad de manipulación y control de materiales y organismos podría tener implicaciones importantes.

Incluso el multimillonario Lawrence Rockefeller, en el año 1999, que había estado interesado durante algún tiempo en el fenómeno, financió los estudios con rayos X de los que hablaremos un poco más adelante.

A día de hoy, los círculos de las cosechas se siguen dejando ver en todo el mundo. Aunque siguen sufriendo el rechazo de la comunidad científica ortodoxa,  son muchos los investigadores y científicos que llevan a cabo estudios privados y mostrando al mundo sus sorpendentes resultados.

El mensaje de Chibolton

El 16 de noviembre de 1974, desde el radiotelescopio de Arecibo, situado en Puerto Rico y el más grande del mundo en aquella época, se lanza un mensaje de radio hacia la inmensidad del universo. Este mensaje, de 1.679 impulsos de código binario y confeccionado por varios científicos del que más tarde sería el proyecto SETI, es dirigido hacia el cúmulo de estrellas M13, situado a unos 25.000 años luz de la Tierra en la constelación de Hércules y que consta de unas 300.000 estrellas.  Se acababan de realizar unas mejoras en el transmisor, que ahora podía emitir señales a una potencia de 20 teravatios, y como “prueba inaugural” se decide enviar este mensaje codificado al espacio.

El mensaje que partió de Arecibo contenía información sobre varios aspectos de nuestra civilización, como los números del 1 al 10, los números atómicos de los principales elementos para la vida en la Tierra (hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno y fósforo), una representación de nuestro ADN de doble hélice junto con el número de nucleótidos, una representación del cuerpo humano y de nuestra altura aproximada en unidades de longitud de onda, un esquema simplificado de nuestro sistema solar, la población de la Tierra en aquellos momentos y por último el origen del mensaje, la antena del radiotelescopio.

El tiempo pasó y 27 años después, la noche del 20 de agosto de 2001, parece que recibimos la respuesta de nuestros vecinos del cosmos. En un campo de trigo cercano al radiotelescopio de Chibolton, en Hampshire (Reino Unido) que posee vigilancia militar, aparecieron dos dibujos complejos, uno parecía la respuesta también en código binario al mensaje original y el otro mostraba un misterioso rostro.

Y bien, ¿cuál fue la respuesta que recibimos? Mientras la primera secuencia de números permanecía intacta, aparece un nuevo número atómico en la secuencia binaria original, el 14, es decir, se está haciendo referencia al silicio. Otra diferencia significativa es que se ha añadido una cadena adicional a la secuencia del ADN y el número de nucleótidos es distinto. También la forma del humanoide ha cambiado, y se parece sospechosamente a los conocidos como “grises” dentro de la cultura ufológica: seres con una cabeza voluminosa, extremidades pequeñas y ojos prominentes. El tamaño que viene marcado, poco más de tres pies, también coincide con los testimonios de las personas que se han encontrado con estos humanoides.

Como  número de habitantes se señalan  ahora 21,3 millones. El esquema de nuestro sistema solar también ha sufrido variaciones, quizá estas sean las más complejas de esclarecer. La Tierra era el único planeta resaltado en el mensaje de Arecibo, pero ahora también lo son el cuarto y el quinto, es decir, Marte y Júpiter. Aunque el quinto planeta también podría referirse al cinturón de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter, y es en realidad el “quinto elemento ” del Sol. El astro rey también es representado ligeramente más pequeño. No obstante, queda la duda sobre si se estaría haciendo referencia a nuestro sistema solar o al de los emisores del mensaje.

Por último, en la parte referida a la antena utilizada para la transmisión del mensaje,  esta antena tiene forma de una curiosa flor con varios pétalos.

Detalle del pictograma aparecido en Chibolton

El caso Robbert van den Broeke

La conexión del holandés Robbert van den Broeke con los crop circles que aparecen en los campos que hay detrás de su casa es única e insólita en el mundo. Robbert asegura que desde su adolescencia tiene visiones de la ubicación y el diseño del círculo próximo a formarse, ya sea en el preciso instante en que está ocurriendo o cuando está próximo en el tiempo. Durante los días que preceden a una nueva formación, siente una acumulación de angustia física y/o mental (sobre todo nerviosismo y tensión) que se disipa una vez que el círculo de la cosecha se ha materializado.

Robbert dentro de un círculo formado en Hoeven, Holanda, en el año 2001

Durante estos años también ha sido testigo en numerosas ocasiones de esferas de luz o extrañas luminarias que hacen su aparición justo antes o durante la formación de un nuevo círculo, tanto de día como de noche. Estas luces pueden variar desde tonos amarillentos,  púrpuras/rosados o blanquecinos. En todo caso insiste en que no se tratan de luces con un trasfondo sólido como podría ser un OVNI. Estas luces, según su opinión, descargan una especie de energía a la tierra, que sería la que formaría el círculo. Al acercarse en ese momento a la tierra, esta se encuentra caliente al tacto. Dos científicos que han estudiado muestras de estas plantas han confirmado que han estado expuestas a una fuente de energía electromagnética.

También han aparecido círculos en la nieve, y en 2009 se descubrió  que estas formaciones son las más grandes  conocidas hasta ahora, una de 60 metros de largo y otras de hasta 140 metros. La comparación del estudio de nieve del interior de los anillos y de fuera (por espectroscopia FT-IR) no reveló diferencias químicas de ningún tipo, ni ninguna explicación de cómo se formaron estos anillos.

Pero esta no es la única capacidad extrasensorial que posee Robbert. En Holanda es también conocido como un médium con grandes capacidades, y son muchas las personas  que se acercan a él buscando la curación de un problema de salud  o consejo mediante sus “visiones”.

Anomalías encontradas en las muestras de plantas recogidas en los crop circles

Estos son los resultados más significativos observados por el biofísico W. C. Levengood  durante más de 10 años de estudios:

Engrosamiento del nudo apical del tallo (justo el que está debajo de la espiga), pudiendo ser en longitud o en grosor. También se han encontrado casos en que se ha producido el engrosamiento del nudo junto a la flexión del  mismo, como se muestra en la siguiente fotografía:

Muestra procedente de un crop circle

Nudos normales en plantas del mismo campo pero fuera del círculo

Marcado doblamiento de los nudos de los tallos, con más frecuencia en el segundo, tercero y cuarto, pero también puede ocurrir tanto en el más cercano a la tierra como en el último. Dicho doblamiento tiene lugar entre los 45 y 90º.

Base del tallo de la planta doblada. Esta prueba se utiliza para distinguir entre círculos hechos por el hombre o auténticos, ya que cuando se han hecho aplastando el cultivo con una tabla los tallos tienden a partirse, sobre todo cuanto más avanzada está la época estival.

Cavidades de expulsión (agujeros que se han formado en un nudo como si aparentemente hubiera reventado). Se cree que esta anomalía es causada por la exposición a microondas, que sobre todo en los cultivos maduros evaporaría el agua interna de la planta y al salir al exterior crearía el agujero.

cavidad expulsión

Retraso y malformaciones en las semillas y efectos sobre la germinación. Estos cambios en la reproducción de la planta dependen de la especie, la fase de crecimiento en la que se encuentre y la naturaleza de la energía involucrada en el círculo, que no parece ser la misma en todos los casos. Así, si el crop circle se forma antes de que la planta florezca, el crecimiento de las semillas cesará o se verá alterado. Se han encontrado glumas totalmente formadas sin semillas. Abajo podemos ver espigas de trigo normales a la izquierda y afectadas por la extraña radiación, a la derecha.

Si el círculo se produce un poco más tarde, cuando las semillas están en formación, estas verán atrofiado su crecimiento, pesarán menos y no germinarán o lo harán reducidamente.

Cuando el círculo se forma en plantas más maduras, las semillas también aparecen deformadas y más ligeras, y se han observado diferencias en cuanto a las nuevas plantas que germinan de estas semillas. Por ejemplo, hay veces que las plántulas crecen “sincronizadamente”.

Plántulas de trigo a los 12 días mostrando diferencias normales en la tasa de crecimiento.

Plántulas germinadas de semillas de un crop circle en las que se puede observar la “sincronización inducida”

Si la planta se encuentra en su fase final de desarrollo con las semillas completamente formadas, estas semillas a menudo muestran un aumento significativo de la tasa de crecimiento y vigor (hasta cinco veces más que en las plantas de fuera del círculo). Además, estas plantas pueden tolerar condiciones estresantes (falta de agua y/o luz) durante largos periodos de tiempo sin sufrir alteraciones aparentemente.

Ajuste del fenómeno al principio de Beer Lambert. Este principio físico describe la absorción de energía electromagnética por la materia, que coincide con los cambios en la longitud de los nudos, que va disminuyendo desde el centro del círculo hasta los bordes de una forma precisa.

Reproducción en laboratorio de los cambios registrados en plantas dentro de crop circles.Levengood y John Burke crearon en 1998 una patente que bautizaron como MIR y registraron con el nombre de “StressGuard”, que generaba olas de electrones organizados, los cuales formaban plasmas organizados a su vez. Cuando semillas normales eran sometidas a esta radiación, se conseguía el mismo efecto de las semillas de los crops: mayor tasa de crecimiento, mayor producción y aumento de la tolerancia al estrés.  La cuestión es: ¿cuál es la fuente de esta energía en la naturaleza?

Estas mismas anomalías se han encontrado en campos donde las plantas aparecen aplastadas “caóticamente”, es decir, sin formar ninguna figura ni círculo aparente. Los crop circles no geométricos pueden aparecer aislados o asociados a otros que sí forman figuras reconocibles.

Crop circle no geométrico

Estudios de difracción de rayos X sobre muestras de suelo donde ha aparecido un crop circle. Es bien sabido por los geólogos que el calor produce variaciones en los suelos arcillosos. Así pues,  los minerales de ilita y esmectita experimentarían un cambio en el grado de cristalinidad, que se mide con el índice de Kubler.  Los resultados de la técnica de la difracción de rayos X sobre muestras de suelo recogidas del interior de los círculos no dejaron lugar a dudas: el índice de Kubler mostraba una disminución pronunciada del pico de la ilita, lo que efectivamente indicaba que había aumentado el crecimiento de los cristales. Lo más intrigante de este dato es que para producir el crecimiento de cristales de mica es necesario calentar la muestra entre 600 y 800º durante varias horas. Y si esto se hubiera tenido lugar durante la formación del círculo, naturalemente ningún vegetal hubiera sobrevivido y habría dejado otros efectos medibles en el suelo. Así pues, ¿a qué clase de energía nos estamos enfrentando? ¿Todavía no disponemos de medios técnicos para estudiarla adecuadamente?

Materiales magnéticos en los suelos de los crop circles. En 1993, en un crop circle inglés que se había formado durante la lluvia de estrellas de agosto (las perseidas), se encontraron partículas de hierro adheridas a las plantas y al suelo. Desde este descubrimiento, el análisis de muestras del suelo de un crop circle se ha incluido en la mayoría de las investigaciones y frecuentemente se encuentran trazas de hierro, ya sea en racimos o en una forma esférica perfecta. El hecho de que estas partículas se encuentren magnetizadas revela que se han formado en un campo magnético. Además, normalmente se encuentran agrupadas en el perímetro del círculo, lo que sugiere que una fuerza centrífuga es la encargada de distribuirlas.

Partículas esféricas de hierro puro encontradas en crop circles

Ante esta colección de pruebas sólidas, ¿cómo puede la ciencia oficial seguir ignorando a los círculos de las cosechas arbitrariamente?


 La conexión sagrada

Javier Sierra tuvo oportunidad de entrevistar a Colin Andrews, ingeniero experto en círculos y autor del libro “La huella de otros mundos”. De esa entrevista destacamos estas palabras:

- Usted ya no tiene inconveniente en hablar de las conexiones que existen entre los círculos y ciertos lugares sagrados de Gran Bretaña…Eso es dar un paso más allá de la fenomenología, ¿no es cierto?

- No se trata de una conexión gratuita. Ese vínculo lo deducimos de los datos ofrecidos por una base de datos de más de 2.000 casos en un ordenador. La correlación más evidente, que se da en un 97% de los casos, es entre los círculos y los lugares donde hay agua. Otra, aún mayor, es que casi todas las formaciones surgen en un radio de 66 km alrededor de Stonehenge.

-¿Y qué cree que pueden significar esos datos?

-Bueno, en esa área la geoestructura del subsuelo es muy rara. Retiene grandes cantidades de agua que se mueven bajo tierra dependiendo de las condiciones atmosféricas. Esas masas suelen estar justo debajo de los círculos, cuando estos aparecen. Incluso cuando lo hacen fuera del radio de 66 km, aparecen encima de grandes depósitos de agua subterráneos construidos por granjeros.

- ¿Sobre cisternas?

-Así es. Pero hay más: en un 95% de los diseños estudiados, estos aparecen cerca de lugares arqueológicos tan significativos como Silbury Hill -el mayor túmulo construido por el hombre-, Avebury o, claro, Stonehenge. Se trata de enclaves que en el pasado estimularon la percepción de mucha gente que deseaba llegar así a planos superiores. Por eso creo que ahora más que nunca hay que atender al simbolismo de los propios círculos y a cómo estos han evolucionado desde formas sencillas a cruces, mandalas, fractales…

-¿Quién o qué cree que se esconde tras este enigma?

- Verá: algunos le dirán que son los extraterrestres, otros que un prodigio divino y los últimos, finalmente, que se trata de Gaia, la Tierra. Al final, eso creo, todo es la misma cosa.

Seguramente, después de todo lo  expuesto, tengamos más preguntas que respuestas. Y es completamente normal. Los círculos de las cosechas son uno de los misterios sin resolver más importantes, enigmáticos y desconcertantes de nuestro tiempo. Mientras  intentamos descifrar sus mensajes, disfrutemos de los bellímos pictogramas que les dan forma.

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