
“Una sola bebida alcohólica al día aumenta el riesgo de cáncer de pecho”. Esta conclusión tan contundente se extrae del último estudio realizado por el World Cancer Research Fund International (WCRFI), basado en el análisis de 12 millones de mujeres hecho por un equipo investigador del Imperial College de Londres y un panel internacional de líderes en la materia.
La directora de interpretación de datos del WCRFI, Rachel Thompson, afirma lo siguiente en una entrevista para la misma organización: “cuanto más alcohol bebamos, mayor es nuestro riesgo de desarrollar un cáncer. Sin embargo, no solamente los grandes bebedores están en peligro - solamente una bebida ya tiene impacto”.
Pero, ¿por qué? La científica lo explica así: “una explicación para esto es que cuando bebemos alcohol, se convierte en una sustancia tóxica llamada acetaldehído. Y cuanto más bebemos, más acetaldehído se acumula, lo que significa que más daño cancerígeno puede repercutir en las células”.
“Con una pequeña cantidad de alcohol se puede acumular este acetaldehído tóxico, que también puede dar lugar a un daño celular. Esta es la razón por la que incluso una bebida incrementa el riesgo”, añade Thompson que recomienda evitar el consumo de alcohol o reducirlo. “Beber alcohol es algo muy enraizado en tantas culturas alrededor del mundo que es vital llamar la atención sobre la relación entre alcohol y cáncer de pecho. Además, sabemos que también incrementa el peligro de padecer otros cánceres”.
Según el estudio, otras prácticas que pueden llevarse a cabo para prevenir el cáncer de mama es controlar la alimentación para lograr un peso saludable y practicar ejercicio vigoroso.