Si creías que sólo era delito pasar drogas, aquí te demostramos que hay quienes pasan serpientes en el interior de sus pantalones y hasta cadáveres.
Peces en falda. Una joven contrabandeaba peces tropicales vivos debajo de su falda.
Sí, el control aduanal es una pesadilla. Lo primero para que puedas subirte a un avión es estar alrededor de dos o tres horas en los módulos que se encargan de revisar tus documentos; y dependiendo del lugar al que viajas, es posible que realicen una minuciosa revisión de tus maletas e incluso tu cuerpo. Como dijimos, una pesadilla.
Si eres de los que gustan de cargar hasta con el perro, es importante que sepas que en ocasionesno podrás salvarte, pues para evitar que cometas algún delito o viajes con objetos que pudieran causar un accidente, será necesario que te revisen.
Claro, todos hemos mentido intentando pasar a nuestro país o al que visitamos, un recuerdito, o bien, un objeto que no está permitido; pero son de esas mentiras inocentes que no dañarían a otros pasajeros. El problema ocurre cuando estás intentando meter cosas que, lejos de caer en lo prohibido, caen en lo ridículo.
Veamos esta recopilación de los objetos más extraños que se han intentado colar en las aduanas del mundo… La verdad es un mundo de locos.
Un hombre que decía estar enyesado, en realidad si lo estaba, pero su yeso estaba hecho de ¡cocaína!
Pañales sucios. Una mujer intentó cruzar un par de pañales de Estados Unidos a México.
Un monje y dos de sus cómplices fueron detenidos cuando intentaban pasar el cadáver de otra religiosa a Grecia.
Caracoles Sí, una colección de 36 animales traía escondido un hombre en su equipaje en Glasgow.
Un profesor de Biología intentó pasar una cabeza de foca en el aeropuerto de Denver. Pasó un año en prisión.
Mono Loris. Dentro de sus calzoncillos fue como un hombre quiso pasar a un animal vivo en la India.
Serpientes y tortugas. Un hombre llevaba a Brasil tres tortugas y siete culebras.
415 animales con un precio de varios miles de dólares, ese fue el cargamento que dos hombres traían en su equipaje.
Un holandés fue capturado tratando de contrabandear más de una docena de colibríes ¡dentro de sus pantalones!