Las hamburguesas y en general las comidas rápidas, contienen una gran cantidad de proteína animal, aditivos, conservantes, colorantes, potenciadores del sabor, azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías. Y aunque todo esto no debe ser novedad para ti, te apuesto a que no sabías la verdadera composición de las carnes utilizadas para preparar las hamburguesas.
No ha pasado mucho tiempo desde que un equipo de científicos de Estados Unidos, desenmascaró los verdaderos ingredientes tras la preparación de las comidas rápidas de la reconocida cadena Mc Donald’s, pero aun así continuamos consumiendo las mismas comidas rápidas.
Si bien estas no son para nada saludables, es claro que de vez en cuando querremos tener el placer de consumir aunque sea una, y eso no tiene nada de malo, siempre y cuando sepas escoger el sitio para consumirlas. Detectar cuando la carne de tu hamburguesa, o la salchicha de tu perro caliente ha sido preparada con ingredientes naturales, no resulta del todo fácil.
Después de haber visto un programa de cocina con el chef Jamie Oliver, en donde mostraba los ingredientes incluidos en la “baba rosa” que se utilizaba para rellenar los nuggets de pollo o salchichas; y para dar color a las carnes rojas en descomposición, concluimos que todo este tiempo hemos sido víctimas de una farsa en la que las peores consecuencias han jugado en contra nuestra, de nuestra salud.
Las carnes rojas listas para procesarse, pueden mostrar muchas veces signos de descomposición o de invasión de bacterias, es por esto que la industria de alimentos utiliza el monóxido de carbono para transformar los residuos de las diferentes carnes, de lo contrario, éstas no serían comestibles.
Las cadenas de comida rápida mantienen animales en condiciones artificiales, para que no puedan moverse y sólo comer y engordar. Los métodos de muerte suelen ser lentos y dolorosos.
Los pollos son sobrealimentados, los huevos dejados por los pollos son criados en jaulas pequeñas, y las vacas están en espacios reducidos, en donde su vida consiste solo en comer maíz o soja, y en algunos casos, son sometidas a una cirugía para eliminar uno de sus estómagos y así engordar más rápido.
A las vacas en proceso de engordamiento, se les inyectan grandes cantidades de antibióticos y hormonas. Además, las hamburguesas son casi el 50% de agua, mientras que el 50% restante incluye los tendones, la lengua, las enzimas, los párpados, la cola, el intestino y hasta la sangre.
Así que el llamado de atención no es para que suspendas su consumo, sino para que te responsabilices de tu salud y estés atento a los sitios en donde te estás alimentando y no continúes siendo parte del círculo.