La preciosa leyenda de las gatas Carey: ¿La conocías?

¿Tienes un gato persa Carey? Si es así, sabrás sin duda lo especiales que son, y ante todo, la singular belleza que la genética, la naturaleza y la casualidad han querido dibujar en estos preciosos felinos.

Ahora bien, como buen experto/a que eres en materia gatuna, sabes que cuando nace una cría con 3 o más colores, estamos ante una hembra. De ahí, que las gatas persas Carey sean una de las criaturas más llamativas que existen por sus pelajes, por sus rostros, e incluso sus ojos. Quizá por ello, se creó alrededor de esta raza una magnífica leyenda que te invitamos a conocer con nosotros.

¿Quieres descubrirla?

La preciosa leyenda de las gatas Carey: ¿La conocías?

Empecemos conociendo un poco más a la raza de los Persas Carey. Tal y como te hemos señalado al inicio, la coloración carey aparece en las hembras. De ahí, que podamos admirar preciosas gatitas con pelaje negro y pardo, o pardo o un marrón atigrado con motas negras, ahí donde sus rostros, pueden aparecer delimitados y con un ojo de cada color.

Aparecieron por primera vez en una exposición de principios del siglo XX. Sus pelajes pueden mostrar hasta 4 colores, cuando al negro, al naranja y al pardo se le añade el blanco. En Japón, estos últimos son muy apreciados, los veneran como auténticos símbolos de la buena suerte y la prosperidad.

Los entendidos en gatos persa Carey comentan que para que un gato de esta raza sea “perfecto”, debe mostrar los colores bien repartidos en el rostro, formando una mitad clara y una mitad oscura. Ahora bien, a todos nos queda claro que cualquier gato es de por sí perfecto y no hace falta marcarnos estos cánones. No obstante, en lo que se refiere a este tipo de raza hay un dato que llama mucho la atención:

Son muy difíciles de reproducir, porque estos cruces casi siempre dan como resultado una hembra o un gato estéril.

La leyenda del Sol y la Luna de los gatos Carey

Dice la leyenda que un día, el Sol, cansado de su tarea y prendado por la agitada vida de la Tierra, le pidió a la Luna que durante unos días, le tapara un rato, solo unas horas para poder escaparse a nuestro mundo para disfrutar y ser libre.

La Luna accedió, así que poco a poco, fue cubriendo al astro Sol para que a nosotros, los mortales, no nos asombráramos por ese cambio. Mientras, él, adquirió la forma del ser más elegante, pequeño y bello que encontró: una gata negra.

Pasaron las horas, demasiadas horas, y mientras el Sol corría libre, la Luna se acabó cansando, hasta el punto de ir apartándose lentamente hasta dejarlo de nuevo al descubierto.

Fue entonces, cuando el espíritu del Sol hubo de darse prisa, salir del cuerpo de la gata negra y ascender al cielo. Lo hizo tan rápido que le dejó sus rayos de color en el pelaje del animal, de manera que en ella, se mezclaron las pinceladas del Sol y las marcas de la Luna. Fue así como nacieron las gatas de raza Carey.

Hay quien dice que tiene propiedades mágicas, que atraen las energías positivas y que en su rostro, baila por igual lo oscuro y lo divino. Son tan bellas como especiales. Así que dinos ahora… ¿Tienes una gata Carey? ¿Qué carácter tienen? Si te ha gustado este artículo descubre también más curiosidades sobre los gatos negros.